La misteriosa y larga carrera por entender la amnesia inmunológica

Por pferreras | febrero 17, 2022

La amnesia inmune es un fenómeno misterioso que ha estado con nosotros durante milenios, aunque solo se descubrió en 2012. Tras la infección con el virus del sarampión, el sistema inmunológico olvida abruptamente todos los patógenos que ha encontrado antes: cada resfriado, cada brote de gripe, cada exposición a bacterias o virus en el medio ambiente y cada vacunación.

La inmunología es una ciencia autónoma y madura, sus orígenes han estado estrechamente ligados a la Microbiología. Su objeto consiste en el estudio de las respuestas de defensa que han desarrollado los animales, frente a la invasión por microorganismos o partículas extrañas.

Aunque su interés se ha volcado especialmente sobre aquellos mecanismos altamente evolucionados e integrados, dotados de especificidad y de memoria, frente a agentes reconocidos por el cuerpo como no propios, así como de su neutralización y degradación.

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El sistema inmunitario consta de varias «líneas de defensa» principales: inmunidad innata; es una línea de defensa que permite controlar a mayor parte de los agentes patógenos. La inmunidad adquirida es una respuesta específica frente a cada agente contagioso.

Posee memoria inmunológica específica, que tiende a evitar que el agente infeccioso provoque enfermedad en una segunda contaminación.

El sarampión infecta a las únicas células que pueden recordar los patógenos que el cuerpo ha encontrado, paradójicamente, el único recuerdo inmune que no se borra es el de sarampión mismo.

Un estudio de población realizado en 2015 sugiere que este proceso de recuperación puede llevar hasta tres años, lo que, curiosamente, es el tiempo que tardan los bebés en adquirir inmunidad a los patógenos cotidianos en primer lugar.

Mientras se recupera su sistema inmune, los niños corren el riesgo de infectarse con una amplia gama de algunas sustancias contagiosas que, sus cuerpos alguna vez pudieron reconocer.

Los hallazgos explican por qué vacunar a los niños contra el sarampión tiene el efecto secundario inesperado y beneficioso de reducir las muertes entre los niños, mucho más allá de las cifras de mortalidad relacionadas con el virus mismo. Todo esto significa que el sarampión puede tener
un impacto profundo en la salud de una población, incluso años después de la desaparición de un brote.

Este artículo fue escrito por Celeste Pérez para la revista MediHealth, edición enero-febrero 2022.

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