Se habla mucho de la menopausia, todo el mundo conoce sus síntomas, cuándo se produce y las consecuencias que tiene. Sin embargo, su “homólogo masculino”, la andropausia, pasa mucho más desapercibido entre la población. A pesar de ser un gran desconocido, es un quebradero de cabeza para muchos hombres.
Un 82% de los hombres pueden presentar andropausia (Síndrome de Déficit de Testosterona) a partir de los 50 años, un porcentaje que va en aumento según la Organización Mundial de Salud (OMS) y se calcula que para el año 2050 incrementará en un 10% en población mundial.
¿Cómo tratarla? Para tratarla se requiere reposición de hormona testosterona. Para ello se pueden aplicar inyecciones intramusculares, tratamientos vía oral, colocación de parches o geles aplicados en el abdomen u hombros. Todo estos procesos deben ser realizados bajo supervisión médica.
A pesar de encontrarse en el apogeo de su carrera profesional o estatus económico, comienzan a manifestar problemas psicológicos los que obstaculizan sus objetivos, resultando en una insatisfacción general.
Signos y síntomas clínicos: fatiga, disminución del deseo sexual y alteraciones en las erecciones. El cáncer de próstata y la enfermedad cardíaca son riesgos potenciales producidos por este desbalance hormonal.
Síntomas emocionales: incluyen irritabilidad, depresión, desconcentración, deterioro de la memoria y estrés. En un estudio realizado en una clínica andrológica europea, se encontró trastornos depresivos en aproximadamente 42% de sus usuarios, relacionados con la andropausia.
Síntomas físicos: aumento de peso y reducción de la masa muscular, resequedad en la piel, caída del vello corporal, osteoporosis, dolores articulares, disminución de la estatura y desgaste de la densidad de los huesos.
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