Apéndice, la analogía entre el misterio y la ciencia

Por pferreras | noviembre 4, 2021

La apendicitis es la principal causa de hospitalización por enfermedad quirúrgica en República Dominicana, con una incidencia de 1.17 a 1.9 por 1000 habitantes por año. Lo extraño para muchas personas es el cuestionamiento de la necesidad de tener un apéndice, porque aún con su ausencia, el cuerpo humano sigue tan saludable como antes, pero si está enfermo puede provocar la muerte.

El apéndice es un órgano cuya función era objeto de controversia hasta hace pocos años. Son muchas las hipótesis que giraban a su alrededor y una de ellas era la utilidad de este pequeño fondo de saco de entre 5 y 10 cm de longitud, hallado cerca de la conexión entre los intestinos grueso y delgado. Su origen es desconocido, aunque se teoriza que es el vestigio de un órgano ancestral especializado en la digestión de material vegetal, propio de una alimentación principalmente herbívora.

Pero es que la infección del apéndice no solo afecta a República Dominicana, sino que países como Ecuador registran más de 35 mil casos de apendicitis al año, siendo la principal causa de morbilidad. Entonces ¿qué importancia tiene la apendicitis que no sea únicamente provocar dolores, hospitalizaciones e intervenciones quirúrgicas?

Para qué funciona el apéndice

Mujer presiona con dos dedos su abdomen
El apéndice está ubicado en la parte inferior derecha del abdomen.

Lo esencial es, en primer lugar, explicar la importancia y función del apéndice en el cuerpo humano. Actúa como un refugio para las bacterias buenas, que pueden utilizarse para reiniciar efectivamente el intestino después de un ataque de disentería o cólera. Un ataque de este tipo puede purgar el intestino de las bacterias esenciales para la digestión y el apéndice funge como un cuartel de pequeños guerreros que pueden defender el cuerpo humano si las bacterias malignas atacan a discreción.

No obstante, científicos como Bill Parker, quien recientemente identificó la verdadera función del apéndice, explican que ese órgano no es imprescindible para vivir, pero si es necesario, porque gracias a el se es menos propenso a enfermar por culpa de bacterias infecciosas.

No fue hasta el 2013 que se descubrió el verdadero objetivo de ese órgano, debido a que a pasar los años este órgano se ha vuelto cada vez más innecesario.

Por ejemplo, Heather Smith, profesora asociada de la facultad de Medicina Osteopática de Midwestern, analizó los intestinos y las características ambientales de 533 mamíferos diferentes para indagar en la evolución del apéndice. Para ello, seleccionó especies que sí tenían este órgano como primates, wombats o conejos, y otros que no lo tienen como perros y gatos.

Tras la indagación, descubrieron que el apéndice evolucionó 30 veces por separado en diferentes especies, pero no desaparecía de un linaje evolutivo (secuencia de una misma especie en una línea directa de descendencia) una vez que aparecía. Esto sugiere que el órgano permanece por una razón, es decir, tiene un propósito adaptativo.

La primera intervención quirúrgica en el apéndice

Sala de operación, médicos realizando intervención quirúrgica en apéndice
Médicos realizando intervención quirúrgica en paciente. FOTO: RT

La primera vez que se registró una intervención quirúrgica para extirpar el apéndice, fue en 1735 por el Dr. Claudius Amyand, fundador del St. George’s Hospital y cirujano del Westminster Hospital de Londres.

Amyand relató que el 8 de octubre de 1735 ingresó al St. Georges Hospital Hanvil Anderson, un chico de 11 años, que desde la infancia tenía una hernia escrotal, complicada con una fístula entre el escroto y el muslo que drenaba gran cantidad de materia fecal y que para curarla era necesario extirpar la hernia. Lo operó el siguiente 6 de diciembre.

El tumor estaba compuesto en su mayor parte por epiplón, tenía el tamaño de una manzana y en él se encontraba el apéndice cecal perforado en la punta por un alfiler incrustado en una concreción calcárea; por la perforación salía materia fecal cada vez que se movía el alfiler adherido al epiplón. Alrededor, un absceso incluía el conducto deferente y el testículo contenidos en el saco herniario.

Amyand no sabía qué hacer con el intestino perforado que reconoció, al final, como el apéndice cecal “contraído, carnoso y duplicado”. Tras una complicada disección, extendida a la cavidad abdominal, resecó el epiplón, separó los vasos, el deferente y el testículo y, de acuerdo a la opinión de los asustados concurrentes, decidió amputar el apéndice tras una ligadura en la base.

La operación duró casi media hora y fue “tan dolorosa para el paciente, como laboriosa para el doctor», pero al mes el chico fue dado de alta. Agraciadamente la fístula curó, pero la hernia recidivó a los seis meses.

Apendicitis aguda, ¿tan necesaria es la cirugía?

Cabe destacar que la apendicitis aguda está presente desde la aparición del hombre. En las momias egipcias hay estigmas de su presencia. Prácticamente desconocida hasta la segunda mitad del siglo XIX cuando se hablaba de Tiflitis y Peritiflitis, no obstante hoy día, las causas de su padecimiento siguen siendo un misterio.

La apendicitis aguda no complicada en niños puede ser manejada con éxito utilizando técnicas no quirúrgicas. No obstante, todo se puede ir complicando al pasar de los años y hasta ahora, siempre es necesaria una intervención quirúrgica para solucionar el padecimiento de esa enfermedad.

En ese sentido, se puede decir que el apéndice es uno de los órganos más misterioso del cuerpo humano. (mh)

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