A los seres humanos –a unos más que otros– les consume la necesidad de ayudar a los demás. Existen algunas carreras universitarias más que orientadas a este fin—pocas más que aquellas centradas en la salud humana. De estas, las más conocidas son definitivamente las que se engloban dentro de la medicina tradicional. Sin embargo, existe un sinnúmero de caminos disponibles para las personas que tienen el anhelo de aportar a la salud de otros.
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A pesar de ser una parte vital de la medicina tradicional, la enfermería suele ser relegada a una posición secundaria.
Sin embargo, requiere de una vocación especial, ya que demanda una interacción constante con los pacientes.
Dentro de la enfermería se estudian a fondo los procesos vitales biológicos, epidemiológicos, psicológicos, administrativos y técnicos necesarios para garantizar el cuidado integral del ser humano en los ciclos vitales, tanto en ámbitos hospitalarios como ambulatorios.
El profesional de esta área vela por todo el proceso –desde el diseño hasta el control de calidad– no solo de los medicamentos, sino también de los productos biológicos y cosméticos.
Por eso, puede desempeñarse en la investigación y la gestión del desarrollo de servicios farmacéuticos.
Esta forma de atención prehospitalaria es una extensión del servicio de urgencias del hospital en el lugar específico donde ocurrió un accidente o donde se encuentre una víctima en general.
Por ende, esta tecnología abarca el acceso, la atención y el traslado de la persona al servicio hospitalario.
Este programa pertenece a la categoría de Higiene, Seguridad y Medicina Preventiva, que se maneja en el contexto del ambiente laboral.
Abarca todas las medidas y acciones de preservación, mejoría y reparación de la salud en el trabajo. Su propósito es mantener y mejorar la salud de los trabajadores.
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Tanto en la medicina como en las demás carreras de cuidado de la salud, la empatía es tanto un motivo como un constante a lo largo de la trayectoria profesional.
En este programa se estudia la alimentación y la nutrición de diferentes individuos y comunidades, enfocándose en la fundamentación teórica y metodológica de todos los procesos que intervienen en el contexto biológico en el ser humano.
Estos pueden ser fisiológicos, psicológicos, sociales e industriales.
Por medio de su fundamentación teórica y metodológica, la fisioterapia busca comprender el movimiento corporal del ser humano, centrándose en su estructura, posibles enfermedades y lesiones, y tanto la prevención como el tratamiento terapéutico en respuesta a estas.
Este tipo de terapia estudia la conservación de la salud. En particular, se enfoca en el cuidado de la salud respiratoria en el ciclo vital humano.
La salud mental es, claramente, parte de la salud integral de todo individuo. Para satisfacer las necesidades mentales y espirituales de las personas, están los expertos en la conducta humana.
Los psicólogos conocen a profundidad las etapas del desarrollo humano, por lo que pueden aportar tanto en el desarrollo emocional y cognitivo, como en la asesoría del manejo de personal y reclutamiento, como en el acompañamiento y tratamiento de traumas y trastornos.
Por su parte, los psiquiatras son médicos que tratan a pacientes con trastornos mentales. La principal diferencia entre ambos es que, al ser médicos, los psiquiatras pueden recetar medicamentos como parte del tratamiento de sus pacientes.
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Desde el inicio de los tiempos, el ser humano se ha encargado de cuidar, sanar y enseñar a otros.
Sea dentro de sus familias, o en contextos médicos o educativos, las personas cargan una necesidad y un anhelo de aportar a las necesidades básicas y al bienestar de los demás.
En medio de tantas dificultades y de conflictos entre personas, una pregunta resuena: ¿De dónde surge el anhelo de cuidar y sanar a otros seres humanos?
La respuesta es la misma de tantas preguntas que giran en torno a la bondad humana: la empatía.
Esta es la habilidad de entender lo que otras personas sienten, de adentrarse en sus zapatos y ver las circunstancias desde sus puntos de vista.
La empatía es una respuesta al sufrimiento humano. Más que entender la postura y los sentimientos de otra persona, se identifica, los siente como suyos.
Tanto en la medicina como en las demás carreras de cuidado de la salud, la empatía es tanto un motivo como un constante a lo largo de la trayectoria profesional.
De hecho, el doctor Elliot M. Hirsch compartió en el AMA Journal of Ethics que, a lo largo de sus estudios, sus instructores resaltaban constantemente la importancia de la empatía y la compasión.
Esta última cualidad trae consigo un valor agregado: la necesidad de materializar ese sentimiento para ayudar a los demás.
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Artículo de la revista MediHealth mayo-junio 2022
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