El “doomscrolling” es cada vez más potente. Aprenda a controlarlo

Por Gabriel Rico Albarrán | marzo 1, 2023

Pasar mucho tiempo revisando noticias nada alentadoras se está convirtiendo en la adicción de muchos. A pesar de que estas en su mayoría despiertan tristeza, ansiedad, hay quienes sin darse cuenta se han dejado llevar por el interés emocional de consumir en exceso y compulsivamente este tipo de contenido, que no invita para nada al optimismo y a la resiliencia.

¿Será que el interés de la población por saber cómo va el curso global?, ¿despertó un nuevo fenómeno? Definitivamente, sí… Se trata del “doomscrolling”, un término acuñado desde la pandemia que no ha querido salir de la escena global, gracias al protagonismo que le ha dado la tecnología. Por supuesto, las redes sociales lo han hecho más potente.

Es importante advertir que es muy fácil caer en él, especialmente desde que entró la covid-19 en nuestras vidas, llegando a afectar nuestra salud mental.

¿Cuántas veces ocupa parte de su tiempo surfeando en la internet frente a las pantallas de su celular, buscando nada en concreto y leyendo sin escatimo noticias negativas? Si eso le está sucediendo, le explicamos que esa acción de gastar (no invertir) horas frente al teléfono, a falta de una actividad más productiva y menos angustiante, no es otra cosa que el “doomscrolling” o “doomsurfing”.

Esta anomalía o adicción puede llegar a aumentar el estrés y sus síntomas asociados, generar problemas de sueño, dificultar la atención y la concentración, aumentar la impulsividad y alterar nuestro estado de ánimo.

Te puede interesar: Estrés moderado: ¿problema o ‘plus’ para la salud?

Buscar contenido positivo

Parece que el cerebro está programado para dar prioridad a las malas noticias. Loretta Breuning, exprofesora de administración en la Universidad Estatal de California y autora del libro Hábitos de un cerebro feliz, explica la tendencia cognitiva hacia el consumo de contenidos negativos. “En la naturaleza, nuestra supervivencia depende de encontrar recompensas y evitar el daño, pero evitar el daño tiene prioridad”.

Se debe evitar leer las noticias de contenido negativo más intenso justo antes de irse a dormir o mientras se ingieren alimentos.

En una entrevista publicada en el portal del Institute of the Future of Education, Breuning, argumenta que el cerebro humano es naturalmente atraído a la información problemática porque está programado para detectar amenazas, no obviarlas. Lo que vuelve complicado ignorar las noticias negativas y ponerlas en pausa para buscar contenido positivo, “nuestros cerebros están predispuestos, y la manera en que consumimos noticias lo refleja”.

Actuar, evitar y transformar

Si usted no puede apartar la mirada de las malas noticias y los contenidos nada agradables que proliferan en la internet, tras sentir una necesidad urgente de estar informado, es recomendable que le ponga coto a tiempo e investigue qué aconsejan los expertos al respecto. Aquí algunos datos de especialistas que le pudieran servir no solo para erradicar ese efecto imparable en su vida, sino transformarlo en función de su bienestar.

La psicóloga Pamela Rutledge, directora del Centro de Investigación de Psicología de los Medios con sede en California, afirma que al igual que una persona que desea adelgazar debe llevar un control estricto de su dieta, aquellos que presienten que tienen una especie de «adicción a recibir malas noticias» deben «identificar la tendencia negativa y luego tomar medidas para cambiarla».

“Es difícil saber con precisión el tiempo total que pasamos mirando noticias y contenidos en redes, pero hay pequeños pasos que pueden ayudar a desconectarnos como, por ejemplo, fijar una hora por la noche en la que ya no abriremos más el ‘celular’ con la ayuda de una alarma”.

Fomentar la vida exterior

A su vez, fomentar la vida exterior, pues al final es lo más importante para darse cuenta de que el panorama mundial no es tan fatídico como reflejan las noticias ni la población está tan desanimada, incluso tan desequilibrada, como muestran las redes sociales.

Esto se puede conseguir saliendo a caminar en sitios seguros y en contacto con la naturaleza, dando paseos, tanto en soledad o en compañía, para desconectar de la rutina de quedarse en casa actualizando constantemente el ‘feed’. Sin olvidar que el ejercicio en dosificaciones adecuadas y dependiendo nuestra condición física, es el calmante de toda desesperación o ansiedad.

 

Una forma controlar el “doomscrolling” es a través del ejercicio. Así también, hacer rutinas de paseo en el exterior.

Otros expertos recomiendan que, al sentir el impulso de conectarse a ver noticias, se debe procurar elegir otras secciones de la red que resulten interesantes, menos impactantes y con contenido más creativo y positivo.

Se debe evitar leer las noticias de contenido negativo más intenso justo antes de irse a dormir o mientras se ingieren alimentos, pues es probable que las personas se queden pensando en ello y alteren el periodo de su sueño. También, es importante analizar con un criterio de realidad el impacto que para usted puede tener lo que está leyendo. En ocasiones, nos alarmamos excesivamente, por ende hay que entrenar el cerebro, intentando valorar y autorregularse.

No olvide realizar algún tipo de práctica que le ayude a tener su mente serena y a reducir el estrés. Pueden ser útiles el yoga, la meditación y el mindfulness.

 

Normedy Gallardo Monterrey

 

Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.