Día de Acción de Gracias y el arte de cultivar una buena salud

Por Karime Rivas | noviembre 23, 2021

A medida que la pandemia por covid-19 se prolonga, sus efectos en nuestra vida diaria y salud mental parecen ser interminables. Muchos hoy están haciéndose conscientes de esos cambios de conducta que trajo consigo el confinamiento, afectando nuestra forma de relacionarnos. En tal sentido, se aproxima el Día de Acción de Gracias y como es natural, queremos garantizar un sentimiento de normalidad y consistencia durante un tiempo de incertidumbre a toda nuestra familia.

Esta semana, millones de personas se sentarán a una mesa rebosante, para celebrar el Día de Acción de Gracias. Es el momento de expresar agradecimiento y honrar los vínculos familiares, pero esta tradición ya no es exclusivamente estadounidense. Dar gracias es algo que la gente de todo el mundo hace en distintos momentos del año, con grandes beneficios para su salud.

Fotografía: Academica School

Para evaluar los niveles de gratitud de las personas, Emmons y su colega Michael E. McCullough crearon un cuestionario que les permitió comparar a la «gente agradecida» con aquellos que lo son un poco menos. También encontraron maneras de cultivar la gratitud con sujetos de análisis, manteniendo un “diario de gratitud,” contando los agradecimientos de cada uno, escribiendo cartas de agradecimiento, y posteriormente estudiaron los cambios que resultaron de ello.

5 razones para dar gracias

Los resultados de estos estudios, arrojaron grandes cambios tanto psicológicos como fisiológicos fascinantes. A continuación, las cinco razones por las que ser agradecido es muy bueno para ti:

Reconocer las cosas buenas que tienes, impulsa tu salud. La investigación demostró que la gente agradecida padecía menos episodios de depresión y estrés, menor tensión arterial, más energía y mayor optimismo.

Fotografía: GESTIÓN

Retrasa el envejecimiento. En personas mayores, se descubrió que agradecer diariamente incluso desacelera algunos efectos de la degeneración neuronal, que tiende a ocurrir a medida que envejecemos.

Frena el estrés. El cortisol, mejor conocida como ‘hormona del estrés’, cuando es producida en grandes cantidades, puede mermar nuestro sistema inmunológico e incrementar nuestros niveles de azúcar en la sangre. Un estudio dirigido por Institute of HeartMath Research Center en California descubrió que las emociones positivas como el agradecimiento, disminuyen significativamente los niveles de cortisol.

Agradecer ayuda a crear mejores vínculos. La investigación de los psicólogos estadounidenses Sara Algoe y Baldwin Way indica que la gratitud también puede llevar a tener mejores relaciones. La explicación puede deberse a un aumento en la producción de oxitocina, a veces conocida como ‘la hormona del amor’ porque fomenta la calma y la seguridad en las relaciones.

Gratitud: buena para el corazón y las arterias. Según el estudio de Emmons, las personas con presión arterial alta expresan gratitud de forma activa «pueden reducir hasta un 10% tu presión arterial sistólica y disminuir tu absorción de grasas hasta un 20%.

Con este tipo de beneficios, quizás deberíamos practicar el dar gracias meas de una vez al año. ¿Qué más puede hacer la gente para cultivar la gratitud en sus vidas? Comprométete a escribir un diario de agradecimiento, o al menos lleva por 30 días un listado de tres cosas diarias por las que estés agradecido. (KR)

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