HASTA AHORA LA ciencia tiene bastante claro que una dieta vegana es rica en nutrientes, por lo tanto nuestro cuerpo se mantiene en un estado mucho más saludable, siempre y cuando se tenga una dieta completa. Esta tendencia alimenticia, aunque no hace a las personas más vulnerables al virus, sí exige que el consumo de alimentos sea con una mayor consciencia para tener el equilibrio de vitaminas necesarias.
Se estima que hoy entre 4 al 5% de las población optan por una alimentación vegetariana. Se trata de un estilo de vida global, reflejado en la población de la mayoría de los países en un porcentaje que oscila entre 3 y 5 %, excepto en India, donde ronda el 35% ya por motivos culturales.
De acuerdo a la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), “las dietas vegetarianas adecuadamente planificadas son saludables y nutricionalmente adecuadas. Pueden proporcionar beneficios para la salud en la prevención y en el tratamiento de ciertas enfermedades”. Inclusive hay evidencia científica de que al consumir más cantidad de frutas y vegetales, se favorece a la salud en general.
Para evitar carencias nutricionales es preciso contar con una guía a través del asesoramiento profesional (nutricionista), previa evaluación del estado clínico a partir de una consulta médica. Por qué: pueden detectarse déficits, por ejemplo, de hierro, vitamina B12 o vitamina D, entre otras.
Los nutrientes críticos en el vegano son: proteínas, hierro, zinc, vitamina B 12, vitamina D, yodo, ácidos grasos omega 3, vitamina A y calcio. En todas las etapas de la vida son importantes y más aún durante el embarazo, lactancia, infancia y en deportistas de cualquier edad.
Hay cinco grupos de alimentos ideales, que en conjunto remplazan a las proteínas de la carne de origen animal y aporta un mayor contenido proteico proveniente de las legumbres.
Los grupos de alimentos son: