El órgano que recibe los estímulos visuales es el globo ocular (llamados comúnmente ojos), se encuentra en la cara protegidos por la piel de los párpados, esa absorción visual es gracias a los órganos sensoriales que la hacen llegar a la retina quien a su vez los transforma en señales eléctricas, luego son trasladadas al cerebro y allí se procesan para después ser interpretadas para crear las imágenes.
“Casi el 50% del cerebro se dedica al procesamiento visual”, destaca Asifa Majid, investigadora del Instituto Max Planck de Psicolingüística
Ahora bien, en muchas ocasiones las enfermedades del ojo son dificultades oculares que están presentes y no son percibidas por las personas que la padecen, y si no se tratan a su debido momento pueden producir graves problemas, e inclusive la pérdida de la visión.
Los chequeos de la vista deben ser regulares y practicados por oftalmólogos debido a que son los especialistas que pueden detectar diferentes patologías sistémicas del organismo que suelen perjudicar a los ojos.
Aunque las enfermedades oculares más comunes son importantes prevenirlas y tratarlas, como por ejemplo el glaucoma, la conjuntivitis, el ojo seco, los errores de refracción (miopía, astigmatismo e hipermetropía) y las cataratas, existen patologías oculares poco frecuentes como las enfermedades de la retina y las mismas involucran la decadencia macular asociada a la edad y la diabetes con afectación ocular. También se centra la patología ocular de cuidado denominada enoftalmos.
El enoftalmos es una enfermedad que tiene como característica principal el desplazamiento del globo ocular hacia el interior de la cavidad del ojo, reflejando que el mismo parezca hundido o más pequeño. Esta patología puede desencadenar trastornos emocionales como depresión o baja autoestima, según su grado severo, así lo indica en el portal miranza.ee, en su sección de oftalmología.
De acuerdo con los especialistas, hay diversas causas que tienen relación directa con la manifestación de un enoftalmo, entre las que se encuentran:
Afortunadamente, la persona que padezca de un enoftalmos no presenta algún síntoma ocular o visual propiamente, pero si tiene una repercusión estética notable, y en muchas ocasiones este padecimiento suele ser confundido con el llamado falso enoftalmos, producto de la caída de los párpados, llamada ptosis palpebral; también con la disminución del tamaño del globo ocular o microftalmos; un exoftalmos en el ojo contrario, el cual da la apariencia de que el sano parezca algo hundido o se confunde con el síndrome de Horner, que es una lesión en los nervios faciales simpáticos caracterizado por las pupilas contraídas y párpados caídos.
En el caso de la presencia de enoftalmos por fractura orbitaria, el tratamiento es netamente quirúrgico, con un procedimiento preciso de implantar unas placas para corregir la falla. Es una cirugía ambulatoria y en la recuperación del paciente, éste debe tener tapado por 24 horas los ojos y se le aplican medicamentos antibióticos y antiinflamatorio con el fin de prevenir infección en la zona intervenida.
Cuando el enoftalmos sea por tumor o traumatismo severo órbito-papebrales, se realiza una cirugía, esa intervención consiste en realizar injertos de piel, de grasa o colocar placas igualmente de Medpor o titanio. Posteriormente se recomienda reposo al paciente, e igualmente se le administra antibióticos y antiinflamatorios.
Si tiene sospecha de que su apariencia le indica tener ojos hundidos puede padecer de enoftalmos y la recomendación es visitar a un especialista para que le realice un diagnóstico oftalmológico para que tome las medidas quirúrgicas y las de tipo emocionales para superar este padecimiento de manera positiva.
