¿Qué tanto afecta a la memoria el uso del GPS?

Por maynebatista | diciembre 1, 2023

Un debate emerge sobre si esta comodidad del uso del GPS está afectando negativamente nuestra capacidad cognitiva y la salud cerebral. Dos destacados expertos, Mar González Franco, líder de investigación neurocientífica en Microsoft, y Eran Ben-Elia, investigador en Geografía y Desarrollo Ambiental en la Universidad Ben-Gurion de Israel, aportan sus perspectivas a este intrigante dilema.

Entre la comodidad del GPS y la pérdida cognitiva, la tecnología desafía nuestro equilibrio entre eficiencia y salud mental

González Franco, coautora de un estudio publicado en la revista Scientific Reports, expone que el uso frecuente del GPS convencional está afectando el hipocampo, el área cerebral responsable de la memoria y el sentido de orientación.

Según la investigadora, al depender en exceso de las instrucciones del GPS, las personas pueden perder gradualmente la capacidad de crear mapas mentales, disminuyendo sus habilidades de orientación y afectando la producción de recuerdos.

«Con el GPS convencional se dejan de estimular zonas del cerebro muy arcaicas que llevan siglos funcionando, y corremos el peligro de que esto afecte nuestra salud mental en la vejez», advierte González Franco.

En un estudio publicado en Transportation Research Interdisciplinary Perspectives, Ben-Elia compara el desempeño de conductores que utilizan Google Maps con aquellos que prefieren mapas de papel. Los resultados sugieren que el GPS fomenta la pasividad, ya que los conductores asistidos por mapas tradicionales obtuvieron puntuaciones más altas en orientación y reconocimiento de rutas.

Te puede interesar: La prevención es la mejor protección contra la neumonía

El GPS nos hace «más tontos»

La paradoja es evidente: mientras que las aplicaciones de navegación nos permiten llegar a más lugares, al mismo tiempo nos vuelven peores exploradores. González Franco ilustra esta paradoja con la anécdota de una pareja sueca que, al confundir «Carpi» con «Capri» en su GPS, terminó de vacaciones a cientos de kilómetros de su destino original.

Ben-Elia destaca que seguir pasivamente las instrucciones de un GPS no requiere el mismo esfuerzo cognitivo que la orientación tradicional. Investigaciones del University College de Londres respaldan esta idea, demostrando que los taxistas, antes del auge del GPS, tenían hipocampos más grandes debido a su intensiva cartografía espacial y experiencia multisensorial.

La pérdida de estimulación del hipocampo con el uso masivo del GPS puede tener consecuencias negativas, sugiere González Franco, eliminando nuestra agencia para tomar decisiones y afectando la capacidad de crear mapas mentales precisos.

La dependencia excesiva del GPS afecta negativamente la salud mental al desafiar nuestra capacidad innata de navegación y orientación

Redefiniendo la navegación con aumento sensorial

Ante estos desafíos, González Franco y el equipo de Microsoft proponen Soundscape, una alternativa de GPS sonoro basada en un sistema de audio espacial 3D.

Esta aplicación, diseñada inicialmente para mejorar la movilidad de personas ciegas, utiliza sonidos ubicados digitalmente para guiar a los usuarios hacia su destino, fomentando un papel activo en la exploración del entorno.

Amos Miller, líder del proyecto Soundscape, destaca que la aplicación ya ha guiado a más de 500,000 viajes de usuarios con discapacidad visual en siete países.

La aplicación recupera la antigua habilidad del cerebro humano para relacionarse con el sonido, mejorando la comprensión del espacio y protegiendo la función del hipocampo.

Equilibra el uso del GPS con métodos tradicionales para preservar la salud cerebral y fomentar habilidades naturales de navegación

En conclusión, la pregunta de encontrar un equilibrio entre nuestro sistema de navegación interno y la tecnología moderna se torna crucial. Los estudios de González Franco y Ben-Elia resaltan los riesgos de la pasividad inducida por el GPS, mientras que propuestas como Soundscape buscan redefinir la interacción con la tecnología para mejorar la cognición y preservar las habilidades naturales de navegación.

A medida que avanzamos en la era de la tecnología, queda claro que la forma en que interactuamos con las herramientas digitales puede tener un impacto directo en nuestra salud cerebral y habilidades cognitivas. En última instancia, la elección entre ser exploradores activos o pasajeros pasivos en la era del GPS recae en nosotros.

William Coss

Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.