La leche materna ya no es solo para bebés, también es azúcar para alimentos

Por pferreras | septiembre 21, 2021

Los gigantes químicos mundiales DowDuPont Inc. y BASF SE están invirtiendo millones para aumentar la producción de un azúcar no digerible que se encuentra de forma natural en la leche materna. Los fabricantes de fórmula infantil como Nestlé SA no dan abasto para saciar el apetito por el ingrediente sintético. Desde 2019, las empresas miran a un cliente con aún más potencial: los adultos. DuPont estima que el mercado anual podría alcanzar los US$ 1,000 millones.

El oligosacárido de la leche humana (HMO, de sus siglas en inglés) es el tercer sólido más común en la leche materna, después de la lactosa y la grasa. El HMO escapa a la digestión, lo que le permite llegar al colon donde alimenta a las bacterias beneficiosas; puede explicar porqué a los bebés alimentados con leche materna les va mejor que a los alimentados con leche de fórmula, dijo Rachael Buck, quien dirige la investigación de HMO en Abbott Laboratories, productor de Similac.

“Es un tesoro fascinante de beneficios que hemos descubierto”, dijo Buck.

En los bebés, el HMO fortalece el sistema inmunitario en desarrollo, ayudando a combatir las infecciones y las inflamaciones a la vez que ayuda al desarrollo del cerebro, según investigaciones iniciales. Nuevos estudios muestran que personas de todas las edades podrían beneficiarse del HMO, coincidiendo con la creciente fascinación de los consumidores por los probióticos, las bacterias “buenas” que pueden ayudar a ma tener la salud del cuerpo humano.

Replicar la naturaleza

El HMO sintético proviene de la búsqueda del sector para fabricar un sustituto de la leche materna que sea lo más cercano posible a la realidad. Algunos en la comunidad científica ven con escepticismo los supuestos beneficios, especialmente cuando implica un precio más alto.

“No dé por sentado que la adición de un componente de la leche humana hace que la leche de fórmula sea como la leche humana”, dijo Steven A. Abrams, presidente del comité de nutrición de la Academia Estadounidense de Pediatría. “No lo es”, dijo Abrams, profesor de la Escuela de Medicina de Dell en la Universidad de Texas en Austin.

El HMO podría llevar a tratamientos para enfermedades de adultos como el síndrome del intestino irritable, alergias e incluso el envejecimiento del cerebro, dijo Buck. Un estudio en animales en los laboratorios de Abbott mostró que el HMO estimulaba el nervio vago, “una superconexión que comunica el intestino con el cerebro”, dijo.

“Esto tiene el potencial de ayudar al desarrollo del cerebro tanto al principio de la vida como, más tarde, cuando se deteriora el cerebro”.

La producción comercial generalmente se alcanza a través de un proceso de fermentación utilizando cubas gigantes llenas de microbios genéticamente diseñados para producir variedades específicas de HMO, como el 2’FL. (rmh)

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