Este método ha demostrado ser un auténtico cambio de juego en la conservación y el trasplante de órganos, aumentando significativamente la tasa de éxito de los trasplantes y ofreciendo una nueva esperanza a pacientes en espera de un órgano compatible.
En el mundo de la medicina, la búsqueda de innovaciones y avances tecnológicos que salvan vidas es constante. Una de las técnicas más revolucionarias que ha emergido en los últimos años es la Perfusión Regional Normotérmica (PRN).
Qué es la Perfusión Regional Normotérmica (PRN)
Mejor conocida como PRN, es una técnica de conservación de órganos que difiere radicalmente de los métodos tradicionales de almacenamiento en frío. Mientras que la refrigeración se ha utilizado durante décadas para mantener los órganos viables antes de un trasplante, la PRN introduce un enfoque completamente nuevo.
En lugar de enfriar los órganos, se mantienen a una temperatura corporal normal y se les suministra una solución de nutrientes y oxígeno. Esto permite que los órganos «respiren» y funcionen de manera más natural durante el período de espera.
Este método también se está aplicando en la región torácica para posibilitar la extracción de corazones en condiciones óptimas.
Esta innovadora técnica fue concebida en España gracias a la colaboración entre la Red de Trasplantes española, la Organización Nacional de Trasplantes y la Fundación IMAS. Su principal objetivo es reducir la necesidad de diálisis durante la primera semana después de un trasplante renal y mejorar los resultados en trasplantes de riñón provenientes de donantes en asistolia controlada.
Te invitamos a leer: Cangrejo herradura y el superpoder de su sangre azul que salva vidas
Cómo funciona la conservación de órganos por medio de PRN
Cuando un órgano se extrae de un donante, se coloca en una máquina de PRN que bombea una solución rica en nutrientes y oxígeno a través del órgano. La temperatura se mantiene en un rango normotérmico, similar a la temperatura corporal. Esto simula el entorno del cuerpo humano, lo que reduce el estrés y el daño a los órganos.
Además, la perfusión permite realizar exámenes y evaluaciones en tiempo real para garantizar que el órgano esté en las mejores condiciones posibles antes del trasplante.
Según explica María Padilla, técnica de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), en un artículo publicado en el periódico Crónica, «la PRN resulta beneficiosa para la conservación de cualquier órgano en la cavidad abdominal, ya que posibilita la rápida restauración de condiciones cercanas a las naturales antes de su extracción mediante el restablecimiento del flujo sanguíneo a la temperatura corporal».
Es decir, que facilita la reperfusión (o recuperación del flujo sanguíneo) de los órganos con sangre oxigenada a temperatura corporal antes de ser extraídos.
Este proceso ayuda a regenerar el tejido dañado, disminuye la urgencia de la extracción y permite evaluar la viabilidad de los órganos antes de proceder con el trasplante.
El Futuro de la PRN
Este procedimiento ha generado un debate en la comunidad médica, especialmente en el contexto de trasplantes cardíacos, debido a que implica reintroducir sangre oxigenada en un paciente declarado muerto después de desconectar el soporte vital.
Esto se hace en donantes con daño cerebral irreversible, con previa autorización familiar, para evaluar la idoneidad del órgano y prevenir su deterioro. El proceso se realiza rápidamente, ya que es una carrera contra el tiempo.
Puedes consultar: Alerta roja: Aumento de muerte súbita en jóvenes, ¿a qué se le atribuye?
A pesar de estos puntos de vista opuestos entre los sanitarios, a medida que los médicos y científicos avanzan en la investigación y mejora de la PRN, es probable que se presenten mejoras significativas en la calidad y la eficacia de los trasplantes. Esto podría resultar en tasas de éxito más elevadas, una recuperación más veloz para los receptores y una disminución de las complicaciones después de la cirugía.
Con el desarrollo y la expansión de la PRN, es probable obtener avances significativos en la medicina de trasplantes y en la atención médica en general.
Celeste Pérez Rodríguez
Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.