Oxitocina, la hormona del amor y de la envidia

Por Karime Rivas | diciembre 29, 2020

La oxitocina es una hormona relacionada con el placer y la formación de vínculos afectivos como el altruismo y la generosidad. Ayuda al cerebro a sentir cariño por las personas de nuestro entorno. Paradójicamente, la también llamada hormona del amor es la culpable de desatar envidia. La oxitocina potencia emociones positiva, pero si no hay empatía promueve las negativas.

Por suerte, existen formas saludables de aumentar los niveles de oxitocina en nuestro cuerpo con actividades saludables que pueden liberar en conjunto la serotonina, también conocida como la hormona de la felicidad. Sin embargo, la oxitocina le hace mucho bien a nuestro cuerpo favoreciendo la lactancia, el cuidado y el parto, además reduce la presión arterial, los niveles de cortisol, reduce la ansiedad y aumenta el umbral del dolor.

Ahora bien, es importante saber que la aplicación externa de esta hormona en medicamentos no es la más recomendable, pero sí existen formas naturales de hacer que nuestro cuerpo la produzca:

El contacto físico

El sistema de recompensa del cuerpo se abre con una gran dosis de hormona oxitocina cada vez que entramos en contacto físico con alguien significativo. Es bien sabido que las relaciones sexuales, por ejemplo, aumentan también los niveles de esta hormona. También cuando abrazamos a familiares, amigos, a nuestros hijos e incluso a nuestras mascotas.

Palabras de aliento

Cuando alguien te brinda palabras de consuelo, logramos sentirnos en calma y bienestar. Las palabras son una poderosa arma para transmitir amor, bondad y cercanía a otras personas y una persona en bienestar libera enormes cantidades de oxitocina.

Escuchar a los demás

Evita la multitarea al momento en que alguien te esté hablando, a todos nos hace sentir bien ser escuchados. Trata de establecer una escucha activa, libre de juicios, que permita a otros entrar en confianza. Ofrécete a la persona que te está hablando y verás cómo esas conexiones interpersonales comienzan a ser saludables y premiadas por tu organismo.

Meditación

La meditación relaja el cuerpo, la mente y permite que conectemos con pensamientos de bienestar con mucha más facilidad. Esta práctica hunde sus raíces en la antigüedad y se consolida en la actualidad con el mindfulness que es altamente reconocido entre los científicos y empresarios de alto nivel, como una práctica que aumenta el bienestar corporal.

Ejercicio

El ejercicio no solamente sirve para liberar oxitocina, también te permite estar saludable a través de una mejor oxigenación de las células, provocando que la hormona alcance el cerebro con mayor rapidez. No hace falta acudir a un gimnasio para liberarla, de hecho puedes planificar simples caminatas al aire libre y con eso bastará para darle esa inyección de salud a tu cuerpo.

Llorar

Aunque sea la opción más triste, resulta que el llanto sí es un recurso liberador. Cuando lloramos liberamos nuestras emociones, reduciendo la tensión, disminuyendo el estrés y la hormona de cortisol que es tan tóxico para tu cuerpo.