Quiénes han ganado el Nobel de Medicina. Conoce el listado

Por Gabriel Rico Albarrán | enero 17, 2023

El 27 de noviembre de 1895, Alfred Nobel firmó su último testamento, donando la mayor parte de su fortuna a una serie de premios en Física, Química, Fisiología o Medicina, Literatura y Paz, representando el origen del sueño de muchos con este prestigioso reconocimiento.

Como consecuencia de la polémica que causó esta donación para los miembros de la familia Nobel, pasaron cinco años antes de que se pudiera otorgar el primer Premio Nobel en 1901. Actualmente, más de 900 personas han recibido este prestigio, cada uno de ellos personifica la entrega, resiliencia, entusiasmo y excelencia.

Los premios de medicina y fisiología son decididos y sucesivamente entregados por el Instituto Médico Quirúrgico Carolina de Estocolmo. La organización se reserva el derecho de no entregar el premio en un año determinado, pero ha sido entregado un total de 113 veces a 225 individuos desde el momento de su fundación hasta el año en curso.

La bien merecida reputación del susodicho proviene de la ardua labor y la cantidad extensa de investigación que conlleva la selección de cada ganador. Unas 1,000 personas presentan nominaciones para cada premio, y el número de nominados suele oscilar entre 100 y 250.

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James Rothman, Randy Schekman y Thomas Südhof

Otorgado en el 2013 por sus descubrimientos sobre la maquinaria que regula el tráfico de vesículas, un importante sistema de transporte de nuestras células. De esta forma, Rothman, Schekman y Südhof revelaron el sistema de control exquisitamente preciso que se utiliza para el transporte y la entrega de la carga celular.

Este sistema funciona con los mismos principios generales en organismos tan diferentes como el hombre y la levadura. Es fundamental para una gran variedad de procesos fisiológicos que van de la señalización en el cerebro a la liberación de hormonas y citocinas. Por la ausencia de este sistema tan preciso las células pueden caer en el caos.

Las alteraciones en este método tienen efectos nocivos y contribuyen a condiciones tales como enfermedades neurológicas, diabetes y trastornos inmunológicos, como es el caso de la diabetes, donde las vesículas juegan un rol importante.

James Rothman, Randy Schekman y Thomas Südhof
James Rothman, Randy Schekman y Thomas Südhof

John O’Keefe, May-Britt Moser y Edvard Moser

El 2014 marcó un hito en sus vidas al convertirlos en receptores del premio Nobel por sus descubrimientos de células que constituyen un sistema de posicionamiento en el cerebro, descubriendo así el “GPS interno” que posibilita la orientación en el espacio.

El potencial de sus trabajos para conducir a nuevos tratamientos contra el Alzheimer y otros trastornos neurológicos fue especialmente alabado en el momento de su entrega. O´Keefe descubrió que un tipo de células nerviosas en el hipocampo siempre se activaban cuando una rata se encontraba en un lugar determinado de una habitación y que otras lo hacían cuando el animal estaba en otro punto.

Más de tres décadas después de su hallazgo, May-Britt y Edvard I. Moser identificaron otras células nerviosas que generaban un sistema coordinado y permitían de forma precisa situarse en el espacio.

John O'Keefe, May-Britt Moser y Edvard Moser
John O’Keefe, May-Britt Moser y Edvard Moser

William Campbell, Satoshi Omura y Tu Youyou

Gracias a que desarrollaron terapias que han revolucionado el tratamiento de algunas de las más devastadoras enfermedades parasitarias, los tres científicos recibieron este galardón en el 2015. El irlandés Campbell y el japonés Omura lo ganaron por su trabajo ante infecciones causadas por parásitos, premio compartido con la china Youyou por su descubrimiento de una nueva terapia contra la malaria.

Más detalladamente, Campbell y Omura son los creadores de un nuevo fármaco, Avermectin, cuyos derivados han reducido de forma drástica la incidencia de oncocercosis o ceguera de los ríos y de filariasis linfática, que han demostrado además ser efectivas ante otras muchas enfermedades parasitarias. Tu Youyou, por su parte, es la descubridora de la artemisinina, un medicamento que ha reducido también de forma significativa las tasas de mortalidad en pacientes enfermos de malaria.

William Campbell, Satoshi Omura y Tu Youyou
William Campbell, Satoshi Omura y Tu Youyou

Yoshinori Ohsumi

Sus descubrimientos sobre los mecanismos de la autofagia lo llevaron a recibir este premio en el 2016. Esta afección es el proceso de limpieza y renovación de los tejidos que ocurre para renovar los tejidos, pero, primero se deben destruir los viejos existentes.

Al observar que las células humanas empleaban este mecanismo, la comunidad científica detectó que las mutaciones en los genes de la autofagia pueden provocar enfermedades. De hecho, el proceso está implicado en varios trastornos, como el cáncer o el párkinson, además de participar en la respuesta del cuerpo a las infecciones y en la adaptación a la falta de alimento. El mecanismo sirve a su vez como sistema de control de calidad para deshacerse de proteínas u orgánulos defectuosos, que van surgiendo de manera natural con el envejecimiento.

YOSHINORI OHSUMI
Yoshinori Ohsumi

Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young

El 2017 por sus descubrimientos de los mecanismos moleculares que controlan el ritmo circadiano, es decir del funcionamiento del ‘reloj biológico’ del cuerpo. Los tres científicos aislaron el gen que controla los ritmos circadianos. Ese mecanismo ayuda a regular el sueño, la alimentación y otras muchas cosas como el Jet Lag.

Los ritmos circadianos son cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo por alrededor de 24 horas que responden principalmente, a la luz y la oscuridad en el ambiente en el que vive un organismo. Cada célula dentro de los seres vivos porta un reloj interno, lo que los motiva a adaptarse a los cambios que influyen en los ciclos de sueño, en la liberación de hormonas, el comportamiento alimenticio, la temperatura del cuerpo e incluso en la presión sanguínea y la temperatura corporal. Estos mecanismos moleculares surgieron en los inicios de la vida y se conservaron a lo largo del proceso evolutivo en los distintos organismos.

Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young
Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young

James P. Allison y Tasuku Honju

Por sus descubrimientos sobre el papel del sistema inmune en la regulación del cáncer fueron honrados en el 2018 con el premio Nobel. Reconocidos como los padres de la inmunoterapia, establecieron un principio completamente nuevo en el mundo de la oncología, aprovechando la habilidad del sistema inmunitario para atacar las células cancerígenas al levantar el freno de las células inmunitarias.

Su trabajo fue vital para que las terapias oncológicas que tratan el cáncer de pulmón, renal, de piel y linfoma, que anteriormente habían sido extremadamente difíciles de tratar, mejoraran ostensiblemente. Para esto, Allison estudió una proteína que funciona como un freno en el sistema inmunológico. A su vez, Honjo descubrió una proteína en las células inmunes y reveló que también funciona como un freno, pero con un mecanismo de acción diferente.

James P. Allison y Tasuku Honju
James P. Allison y Tasuku Honju

William Kaelin, Peter Ratcliffe y Gregg Semenza

El premio Nobel del 2019 recayó en estos 3 doctores por sus descubrimientos sobre cómo las células perciben y se adaptan a la disponibilidad de oxígeno. Al establecer las bases para la comprensión de cómo los niveles de oxígeno afectan el metabolismo celular y la función fisiológica allanaron el camino para nuevas y prometedoras estrategias para combatir la anemia, el cáncer y muchas otras enfermedades.

La detección de oxígeno permite a las células adaptar su metabolismo a niveles bajos: por ejemplo, en nuestros músculos durante el ejercicio intenso, en la generación de nuevos vasos sanguíneos y la producción de glóbulos rojos. Nuestro sistema inmunológico y muchas otras funciones fisiológicas también se ajustan mediante la maquinaria de detección del oxígeno. Los esfuerzos de laboratorios académicos y compañías farmacéuticas ahora se centran en el desarrollo de medicamentos con sus hallazgos.

William Kaelin, Peter Ratcliffe y Gregg Semenza
William Kaelin, Peter Ratcliffe y Gregg Semenza

Harvey Alter, Michael Houghton y Charles Rice

En el 2020, estos tres científicos fueron galardonados por el descubrimiento del virus de la hepatitis C. Antes de su trabajo, el descubrimiento de los virus de la hepatitis A y B había sido un paso crítico hacia adelante, pero la mayoría de los casos de hepatitis transmitida por la sangre seguían sin explicación. Bajo una meta común, aportaron una contribución decisiva a la lucha contra la hepatitis de transmisión sanguínea, un importante problema de salud mundial que causa cirrosis y cáncer de hígado que afecta a millones de personas en los distintos rincones del mundo.

La OMS estima que hay unos 70 millones de pacientes de hepatitis en el mundo y 400 mil personas mueren cada año por la enfermedad crónica. Gracias a que lograron identificar el virus de la hepatitis C, ayudaron en la creación de nuevos fármacos y pruebas diagnósticas, salvando así la vida de muchas personas.

Harvey Alter, Michael Houghton y Charles Rice
Harvey Alter, Michael Houghton y Charles Rice

David Julius y Ardem Patapouitan

El descubrimiento de los receptores del tacto y la temperatura los llevó a recibir este galardón en el 2021. Respondiendo a una de las grandes preguntas de la ciencia, sus estudios profundizaron sobre cómo se inician los impulsos nerviosos para poder percibir la temperatura y la presión. Para lograrlo, primero, el bioquímico estadounidense David Julius (Nueva York, 1955) utilizó la capsaicina, un compuesto picante del chile que induce una sensación de ardor, para identificar un sensor en las terminaciones nerviosas de la piel que responde al calor.

Segundo, Ardem Patapoutian (Líbano, 1967) utilizó células sensibles a la presión para descubrir una nueva clase de sensores que responden a estímulos mecánicos en la piel y los órganos internos. La combinación de estos experimentos permitió aumentar rápidamente la comprensión de cómo nuestro sistema nervioso percibe el calor, el frío y los estímulos mecánicos.

David Julius y Ardem Patapouitan
David Julius y Ardem Patapouitan

Svante Pääbo

Otorgado este año por sus descubrimientos sobre los genomas de homínidos extintos y la evolución humana, Pääbo logró la meta propuesta después de décadas de esfuerzo y contra todo pronóstico. El estudio del genoma neandertal tomó fragmentos de huesos de neandertales de hace unos 40.000 años que preservaban de buena manera el código del ADN. El éxito de esta iniciativa se debe al canibalismo que tenía lugar entre estos homínidos, ya que la ausencia de carne conllevaba menos actividad microbiana, permitiendo que se secarán mucho más rápido.

Esto le permitió no solo reconstruir el ADN del neandertal sino también encontrar vínculos entre su genoma y el del humano moderno, demostrando que los homo sapiens tuvieron relaciones sexuales y descendencia con neandertales. Además, descubrió otra especie de homínidos que vivió principalmente en Asia, los denisovanos.

Svante Pääbo
Svante Pääbo

Por Marian Briceño. Artículo publicado en la edición de MediHealth Nov-Dic 2022

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