¿Qué has soñado esta noche? Existen dos tipos de persona: los que, habitualmente, son capaces de responder a esa pregunta y los que, salvo días contados, no tienen la menor idea. Seguro que tienes claro en qué lado estás pero, ¿conoces la explicación? En las próximas líneas, te contamos por qué recordamos, u olvidamos, los sueños.
Algunos expertos señalan que cada noche tenemos varios sueños, con una duración que puede ir desde los dos segundos hasta los 20 o 30 minutos. ¿Cuántos de ellos somos capaces de retener en nuestra memoria? Un estudio realizado por el ‘Lyon Neuroscience Research Center’ nos ayuda a hacernos una idea.
La investigación, entre otros detalles, dividió la muestra en dos grupos. Por un lado, los que recordaban sus sueños habitualmente y por otro, los que los olvidaban. Así, los miembros del primer grupo recordaban una media de 5.2 sueños a la semana. Mientras, los del segundo se quedaban en dos sueños al mes.
Los sueños tienen lugar en la fase REM, siglas que en inglés significan «movimiento ocular rápido». Se calcula que esta fase puede prolongarse entre un 20 % o 25 % del tiempo que estamos dormidos. Comienza cuando ya llevamos alrededor de 70 o 90 minutos dormidos, con una duración de unos 20 minutos. Los ciclos se repiten, por lo que entramos en el territorio de los sueños varias veces en la misma noche.
La capacidad para retener lo que se ha soñado durante la noche tiene que ver con la operatividad del cerebro durante la fase REM. Si está más activo durante esos periodos de 20 minutos, es más probable que lo recuerdes.
La teoría dice que se requieren dos minutos despierto, antes de volver a conciliar el sueño, para fijar el sueño en la memoria. Así, las personas que tienen un sueño más liviano y se despiertan más veces y durante más tiempo en su fase REM, ya sea por estímulos externos como por otros motivos, se acuerdan de más sueños.
«Mientras dormimos no somos capaces de memorizar nueva información. Necesitamos estar despiertos para ser hacerlo», explica Perrine Ruby, directora de la citada investigación del Lyon Neuroscience Research Center.
Una de las claves está en el hipocampo. Se trata un área de nuestro cerebro en la que quedan grabados los recuerdos. Es la última en dormirse y la primera en despertar. Si está activa durante la fase REM, dará fe de todo lo sucedido con más facilidad.
Como hemos visto, despertarse durante la noche es la llave para recordar qué hemos soñado. Así, algunos comportamientos cotidianos pueden llevarnos a recordar los sueños con mayor facilidad.
Por ejemplo, tal y como indica Robert Stickgold, profesor de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard, beber tres vasos de agua antes de dormir puede hacer que nos acordemos de los sueños esa noche. La razón es que nos obligará a levantarnos para ir al baño.
En declaraciones a ‘The New York Times’, también ofrece esta curiosa receta: repetir tres veces la frase «recordaré mis sueños» antes de quedarte dormido. «Cuando te acuestas, todas las cosas del día vienen a ti. Es un periodo en el que tu cerebro está tratando de identificar con qué trabajar cuando estás dormido. Hay mucho trabajo cuando duermes, y el momento previo es como una lista de cosas que hacer. Cuando incluyes ‘recordar mis sueños’ en esta lista, es posible que lo consigas».
¿Te animas a probarlo esta noche?
Por Redacción Mercado
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