Tensión muscular: el reflejo de un estado estresante que pasa al plano físico

Por | agosto 11, 2023

Quizás alguna vez ha sentido sus músculos tensos y doloridos. Esto no es otra cosa que tensión muscular, un efecto secundario común del estrés y las alteraciones emocionales que. Al mantenerse en el tiempo, la tensión muscular puede dar lugar a diferentes síntomas si no se busca un tratamiento cansancio o ansiedad.

Los síntomas suelen comenzar con un proceso de entumecimiento y rigidez en los músculos que se presenta debido a contracciones recurrentes, incluso estando en reposo. Esto afecta por lo regular el cuello, trapecio, espalda baja y extremidades inferiores, en mayor medida a deportistas y personas sedentarias.

Según reseña el portal Cuidateplus.marca.com. la sobrecarga laboral a la que podamos estar expuestos, y otros factores que generan un estrés prolongado en el tiempo, hace que los músculos lo noten y se resienten.

El estrés y su manifestación ene el estado físico

Al respecto, Montserrat Ruiz-Olivares, secretaria general del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid, señala que “hace un tiempo pensábamos que el estrés era una condición emocional y las consecuencias y el manejo de esta se hacían únicamente desde un enfoque psicológico. Actualmente, sabemos que las secuelas de los estados estresantes continuados no se limitan al plano emocional, sino que también se producen a nivel físico”.

En este sentido, la experta aduce que es muy normal que, después de una temporada dura de trabajo o con problemas personales, acaben apareciendo dolores y tensión muscular. Pero ¿por qué el estrés tensa los músculos?

“La tensión muscular -esa contracción continua de uno o más músculos- frente a una situación estresante es una respuesta natural del organismo ante un peligro o amenaza; junto a ella nos podemos encontrar otras señales como, el aumento de la frecuencia cardíaca, la dilatación de las pupilas, una sudoración excesiva, un acortamiento de la respiración…”, indica Ruiz-Olivares.

También, detalla que el sistema nervioso simpático es el que provoca todos estos síntomas y el que activa la secreción de sustancias como el cortisol y la adrenalina “preparando así al organismo para la huida o lucha ante el dicho peligro”.

Este estado prolongado de tensión muscular puede llegar a ocasionar también alteraciones del sueño, fatiga, ansiedad, problemas intestinales, dermatológicos… En definitiva, síntomas que pueden llegar a afectar notablemente la calidad de vida de las personas.

Siguiendo con el análisis publicado en dicho sitio web, un estado permanente de tensión muscular en una zona conlleva a una disminución del flujo sanguíneo en esa parte del cuerpo. Este factor, por tanto, impide una buena oxigenación de los tejidos y puede provocar reacciones como rigidez, calambres, cefaleas, mareos, dolores musculares, etc.

Cómo descargar las tensiones

La especialista destaca que “lo ideal sería generar un estilo de vida saludable que nos evite esos problemas producidos por el estrés continuado como lo es la tensión muscular”. Por ello, recomienda que las personas muy nerviosas o sometidas a gran estrés laboral o circunstancial, practiquen técnicas de relajación y aprendan a gestionar ese estrés.

“En muchas ocasiones se debe precisar de la ayuda de otros profesionales sanitarios, los psicólogos, para que puedan dar pautas y herramientas para controlarlo”, expone Ruiz-Olivares.

Otras recomendaciones de la especialista para descargar tensiones

  • Seguir una buena alimentación e hidratación.
  • Conseguir un descanso de calidad y reparador.
  • Practicar ejercicio físico diario que alivie la tensión acumulada y los dolores musculares asociados.

 

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De esta forma, se liberarán endorfinas que contribuirán a mejorar el estado de ánimo y reducir el dolor de una manera natural. Ruiz-Olivares subraya que “practicar deporte desconecta, aumenta la autoestima y confianza, además de generar una sensación de control muy importante en los retos diarios”.

Aunado a ello, aconseja “hacer pausas activas, sobre todo, aquellas personas con trabajo sedentario. Deben aprovechar esos descansos para levantarse de la silla y hacer ejercicios de movilización y estiramiento de las distintas partes del cuerpo.

Hay que hacer hincapié en hombros, cuello, cara y zona lumbar, pues ayudará a reducir el riesgo de sufrir tensión y dolor muscular en esas zonas y a romper el círculo vicioso que se produce al mantener una misma postura en el tiempo”.