Perder a una persona importante en nuestras vidas, nunca es fácil. Este pasado año en especial, muchas familias han perdido seres queridos a manos del covid-19, siendo forzados a llevar un duelo atípico.
El duelo, la muerte es parte natural del ciclo de la vida, sin embargo, vivirlo en medio de una pandemia mundial mientras hay que cumplir con la jornada laboral de siempre podría resultar tremendamente estresante.
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2020 nos enseñó a entender el valor de la vida, disfrutar de los pequeños momentos, conectar con nuestro ser; el confinamiento fue tiempo necesitado para «sentir, escuchar y pensar», explica la psicóloga Teresa Morali.
Para superarlo, hay que sentirlo y nadie está en la posición de decirle a usted qué, cuándo o cómo sentir su duelo. Es un proceso totalmente personal, dependiente de muchos factores externos e internos, mientras se atraviesan fases generales:
Aparte de la empresa guiarse por la ley –el Código de Trabajo establece que el empleador debe otorgar tres días laborables a cualquier empleado en caso de la muerte de algún abuelo, padre, hijo o pareja–, puede accionar para hacer del difícil proceso un poco más llevadero.