No está claro cuándo va a finalizar la guerra entre Rusia y Ucrania, y tampoco cuál será el impacto a largo plazo en los mercados agrícolas. A corto plazo, las organizaciones de la agroindustria de Latinoamérica y El Caribe (LAC) deben aprovechar esta oportunidad para ser más eficiente en el uso de insumos mediante la adopción de soluciones digitales. Los gobiernos de LAC pueden reducir las afectaciones del mercado a través de los precios y las restricciones a las exportaciones, para garantizar la seguridad alimentaria a través de políticas que faciliten la Transformación Digital en los campos para aumentar la productividad de manera sostenible.
Esta es la premisa de un nuevo informe de BID Invest compilado con Accenture: “Transformación digital de los agronegocios en América Latina y el Caribe”.
Según las Perspectivas Agrícolas de la OCDE-FAO para 2031, se espera que la producción agrícola en América Latina y el Caribe crezca durante la próxima década un 9%. Este crecimiento provendrá principalmente de la intensificación, duplicación de cultivos y mejores rendimientos. Casi la mitad del aumento previsto de la superficie plantada procederá de la soja y el maíz.
Dado que la participación de la región en la producción mundial de soja es superior al 50%, los precios podrían verse fuertemente afectados por condiciones meteorológicas inesperadas. Igualmente, el valor económico de la producción primaria en la región LAC representa alrededor del 10% de la producción mundial.
Así, LAC, una de las fuentes de productos agrícolas más importantes del mundo, puede ser clave para aliviar la escasez mundial de alimentos si mejora la eficiencia mediante el aprovechamiento de soluciones digitales, trabajando en pos de un sector, el de los agronegocios, que, en la región, se encuentra en una etapa temprana en el camino de la Transformación Digital.
En respuesta, la industria agrícola está experimentando una importante transformación que se ha denominado Agricultura 4.0. El término se ha utilizado para abarcar el cambio de prácticas agrícolas tradicionales al aprovechamiento de soluciones digitales como la automatización, los sensores remotos, la agricultura de precisión, el análisis de Big Data y la inteligencia artificial.
El informe establece que, para tener éxito en la era digital, los agronegocios deben adoptar el cambio e invertir en tecnologías innovadoras para mantenerse a la vanguardia y competir en un mercado cada vez más globalizado. Por ejemplo, un aumento del 10 % en el índice de desarrollo del ecosistema digital representa un aumento del 1,4 % en el PIB, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
La agroindustria de LAC enfrenta presiones para tener una gran eficiencia operativa capaz de mantener márgenes de negocio sostenibles; las demandas de aumentar la productividad para alimentar a una población creciente con recursos cada vez más escasos; la necesidad de mitigar los riesgos que resultan por condiciones altamente volátiles; la necesidad de responder rápidamente a las demandas del mercado; y la adquisición del talento adecuado para hacer frente a todo lo anterior.
BID Invest y Accenture identifican la automatización, los sensores remotos, la agricultura de precisión, el análisis de Big Data y la inteligencia artificial como las claves para liberar el potencial de la región y permitirle mantener su producción mundial y su relevancia en las exportaciones. Soluciones como la agricultura de precisión pueden ayudar a aumentar los insumos por hectárea de forma más eficiente (por ejemplo, menos insumos por tonelada de producto).
Las tecnologías alineadas con ASG (Ambiental, Social y Gobierno) pueden ayudar a mitigar los riesgos y responder a las nuevas demandas del mercado, mientras que las herramientas de trabajo a distancia pueden facilitar el acceso al talento. Estas soluciones se han agrupado dependiendo del nivel de madurez digital en el que las organizaciones suelen implementarlas: Básicas, Potenciadoras y Siguiente Nivel.
Los líderes digitales son escasos en la región, pero son la prueba del poder de la Transformación Digital en los resultados empresariales clave, como el aumento de los rendimientos de productividad y la innovación para el futuro. La falta de una visión estratégica (o su fragmentación) y de una gobernanza clara del programa de Transformación Digital dificulta su correcta implementación. Un enfoque descendente, en el que la Transformación Digital comience con la visión estratégica de los ejecutivos en la alta dirección y se extienda a los líderes de otras áreas, juega un papel fundamental para el futuro de las organizaciones. Esto permite que se produzca un proceso de transformación estructurado y alineado. Además, una definición clara de las funciones y responsabilidades es vital para la apropiación del programa de transformación y que este sea priorizado constantemente.
Son varios los desafíos que impiden estructurar e implementar un programa de Transformación Digital con una visión integral y a largo plazo. Algunos de estos desafíos pueden ser solucionados por la propia organización, otros requieren de la intervención de otros actores de interés. Los principales retos internos son los siguientes:
Los retos fuera del alcance de la organización incluyen: infraestructura y conectividad deficiente, la falta de una visión de ecosistema frente a la Transformación Digital y una poca alineación entre la oferta de soluciones en el mercado y las necesidades de la organización. Una revolución digital para liberar el potencial agrícola de LAC parece ser la senda ineludible que se plantea en esta nueva era.
Artículo retomado de la edición de Diciembre de Revista Mercado
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