China tiene el control de los paneles solares: ¿es un riesgo?

Por [email protected] | septiembre 13, 2022

China ha invertido más de US$50 mil millones de dólares en nueva capacidad de energía fotovoltaica, diez veces más que Europa. Así lo advierte la Agencia Internacional de la Energía (AIE) en su último informe, en el que reconoce que el país asiático ha contribuido a la transición energética con sus precios reducidos, pero al mismo tiempo advierte del riesgo que supone que un solo país acumule todas las cadenas de suministros. Gracias a inversiones millonarias en el sector energético, China ha conseguido consolidarse como principal productor de materiales indispensables para la fabricación de paneles solares a nivel mundial, como módulos, células, lingotes de silicio, obleas y polisilicio.

La concentración es un hecho que puede conllevar un riesgo, tal y como advierte la AIE. El mundo está inmerso en una transición energética que implica una necesidad sin precedentes de ciertos recursos. Entre ellos, la energía solar. Así, la demanda de paneles se va a disparar para que los países puedan cumplir con los pasos necesarios y pactados. Una situación que, en caso de que China mantenga el monopolio de la fabricación de los citados componentes, generará una situación de dependencia peligrosa. Los suministros podrían verse afectados, dejando a algunos mercados sin materiales para cubrir su demanda.

La producción de componentes debe multiplicarse

Cabe señalar que, según la AIE, para cumplir los objetivos internacionales de cero emisiones netas de carbono en 2050, de aquí a 2030 habría más que cuadruplicar las instalaciones fotovoltaicas que entran en servicio cada año, hasta 630 gigavatios. Esto exigiría, para finales de esta década, duplicar con creces la capacidad de producción mundial de componentes clave de los paneles solares -como el polisilicio, los lingotes obleas, las células y los módulos- con respecto a los niveles actuales. En ese sentido, las instalaciones de producción existentes tendrían que modernizarse.

A pesar de los riesgos que implica esta casi monopolización de China, su gran capacidad para fabricar los componentes de paneles solares ha contribuido a reducir los costos de la energía solar fotovoltaica en todo el mundo, favoreciendo así la transición energética en múltiples países. “Las políticas gubernamentales de China han determinado la oferta, la demanda y el precio de la energía solar fotovoltaica a nivel mundial”, señala la AIE en su informe. En concreto, los costes de producción se han reducido en más del 80 %. La cuestión está sobre la mesa: ¿el monopolio chino es un riesgo o una oportunidad?

Artículo publicado en la edición de septiembre de la revista Mercado.

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