«El e-commerce cambió para siempre con la pandemia». Fue un titular recurrente en la prensa de negocios, algo que más cercano a un dogma que a una constatación estadística que, ahora, parece ir desinflándose. El comercio electrónico amenazaba con arrasar al comercio tradicional debido al auge que vivió durante los confinamientos, pero tras el fin de las restricciones, los primeros indicadores empiezan a mostrar todo lo contrario, que los hábitos adquiridos por el consumidor durante la pandemia no se han consolidado.
Dicho de otro modo, el comercio físico sigue teniendo tirón.
El último pronóstico de Statista Digital Market Outlook apunta a que, por primera vez, los ingresos del comercio electrónico se reducirán interanualmente en 2022. Como se explica en Digital Economy Compass, en su artículo «Del frenesí al otoño: ¿el comercio electrónico vuelve a la normalidad?», muchos expertos de la industria cuestionan la comparación de las cifras de crecimiento actuales con los datos anteriores al Covid-19.
El mercado ahora se ve obligado a abordar preguntas sustanciales sobre cómo avanzar. Incluso si hay mucho viento en contra en este momento, “todavía creemos que las acciones en línea eventualmente aumentarán y el crecimiento de los ingresos volverá a la normalidad”.
Aun así, el crecimiento negativo esperado debe tomarse en el contexto del pronóstico anterior para 2022, que proyectó US$481 mil millones más de ingresos para fin de año. Los problemas de la cadena de suministro son el mayor factor de debilitamiento, y la inflación también desempeña un papel importante en la revisión a la baja.
La recesión mundial ampliamente esperada y los subsiguientes aumentos en el desempleo dejan al sector del comercio electrónico obstáculos significativos que superar antes de que finalmente pueda volver a encarrilarse.
Según las cifras compartidas por el Departamento de Comercio de Estados Unidos, el crecimiento de las ventas por internet en el primer trimestre de 2022 se ralentizaron hasta llegar al 6.7 %, en comparación a los datos registrados en el mismo periodo del año anterior. En este sentido, el diario The Wall Street Journal presentó un reportaje en el que detalló que grandes compañías dedicadas al e-commerce están frenando sus planes de crecimiento.
En este contexto, uno de los casos más significativos fue el de la gigante Amazon, que paralizó la construcción de almacenes de más de nueve millones de metros cuadrados de superficie y, recientemente, anunció sus planes para establecer un negocio que le permita alquilar espacios infrautilizados. Parece que el exceso de musculatura digital requiere de un poco de régimen.
Artículo publicado en la edición de enero de revista Mercado
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