Mientras el panorama actual obliga a las empresas a ajustar sus espacios para el trabajo híbrido, desde sus casas, quienes deben volver ahora tienen dudas. Conforme la pandemia de COVID-19 comienza a disminuir, las investigaciones indican que más del 66 % de las compañías están considerando rediseñar sus espacios a entornos de trabajo híbrido. Aunque el 70 % de los trabajadores quieren que continúen las opciones flexibles de trabajo a distancia, más del 65 % anhelan más tiempo en persona con sus equipos.
Algunos quizá estemos emocionados ante la idea de volver a la oficina física. Sin embargo, muchos otros volverán con cierto temor. Cuando nuestros sistemas de miedo se activan, nuestras reacciones de lucha (defender/atacar/culpabilizar) o de huida (evitar/congelar/huir) se ponen en marcha, y cuando actuamos con miedo, nuestra propia inteligencia se entorpece. Nos volvemos distraídos, nuestros pensamientos se vuelven confusos y nuestra capacidad de tomar decisiones se vuelve más sesgada.
He aquí algunos pasos que puede tomar para controlar sus miedos:
— MUÉSTRESE COMPASIÓN: Tener compasión por usted mismo, por su bienestar y sus límites es crucial en todo momento. Sin embargo, considerando la continua confusión que ha experimentado durante el último año, debe extender esta autocompasión a sus emociones.
— IDENTIFIQUE SUS ACTIVADORES Y SUS REACCIONES: Saber qué situaciones desencadenan reacciones en usted puede ayudarlo a eliminar parte de esa incertidumbre que induce al miedo y obtener una mayor sensación de control sobre su entorno y sobre cómo responde ante este. Ponga atención a su mente y cuerpo a lo largo de la jornada laboral y anote los eventos que lo estresan. Este conocimiento le permitirá prepararse de antelación para gestionar sus emociones en esos momentos.
— SEPARE SU “VOZ DEL MIEDO” DE LO QUE QUIERE HACER: El trabajo del miedo es mantenernos a salvo. Lo hace empujándonos a elegir comportamientos protectores a corto plazo (como huir o evitar) en lugar de comportamientos que nos servirán a largo plazo (afrontar algo de forma más racional).
La mejor manera de calmar su “voz del miedo” es diciéndole que avanzará con precaución. Recuerde que evitar el miedo por completo lo hará temerle al propio miedo. En esencia, se trata de reconocer la diferencia entre lo que el miedo quiere que usted haga (evitar) y lo que le servirá mejor (avanzar hacia la reintegración social).
Ganar un nivel de control evitará que esos miedos lo controlen a usted. Estos pasos sugeridos pueden resultar incómodos al principio, pero si los realiza de forma gradual, lo acercarán a su objetivo de reinvolucrarse con la vida en el trabajo.
(Amy Silver, la autora, es psicóloga).
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