Una de las razones por las que el planeta es habitable es proyecto por su capacidad de mantener una temperatura adecuada para sostener la vida. Para ello, la Tierra utiliza mecanismos para reflejar la luz del sol “sobrante”.
Este parámetro de brillo se denomina albedo. Sin embargo, el planeta está perdiendo esta capacidad intrínseca de autorregulación debido al cambio climático, pues el calentamiento global ha provocado un descenso de superficies capaces de reflejar los rayos de sol –como los grandes glaciares–, lo que influye directamente en su brillo.
En consecuencia, la Tierra se está oscureciendo. Esta teoría está basada en un nuevo estudio de Geophysical Research Letters, el cual asegura que la Tierra se oscurece a causa del cambio climático.
Al parecer, el calentamiento de las aguas del océano ha provocado una caída en el brillo de la Tierra, tal y como han revelado mediciones de la luz de nuestro planeta que ilumina la superficie de la Luna y desde satélites.
Esa carencia en el brillo es la equivalente a una disminución del 0,5% en la reflectancia de la Tierra, que refleja aproximadamente el 30% de la luz solar que la ilumina. Esto quiere decir que son menos las nubes brillantes que reflejan la luz solar hacia el espacio, lo que provoca que se atrape aún más energía en el sistema climático de nuestro planeta.
Existen dos principios que afectan a la luz solar neta que llega a la Tierra: el brillo del Sol y la reflectividad del planeta.
Los investigadores han observado que los cambios en el albedo de la Tierra no se correlacionan con cambios en el brillo del Sol, lo que significa que esos cambios son causados por “algo” en nuestro planeta.
Específicamente, ha habido una reducción de las nubes bajas brillantes y reflectantes sobre el Océano Pacífico oriental en los años más recientes, según las mediciones satelitales realizadas como parte del proyecto Clouds and the Earth’s Radiant Energy System (CERES). El oscurecimiento de nuestro planeta se puede ver también en términos de cuánta energía solar está siendo capturada por el sistema climático de la Tierra.
Es decir, que nuestro planeta se oscurezca, también implica que existe una importante energía solar adicional que está en la atmósfera y los océanos, la cual puede contribuir al calentamiento global. (REVISTA MERCADO)
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