Pensamiento híbrido: el futuro de las organizaciones innovadoras

Por pferreras | noviembre 17, 2021

En el famoso discurso de la ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford, Steve Jobs cuenta tres relatos acerca de su vida. “Nada del otro mundo. Simplemente tres relatos”. En el tercero habla de la muerte, en el segundo del amor y la pérdida y, en el primero, de “conectar los puntos”.

Nos cuenta el exdirector ejecutivo de Apple cómo abandonó sus estudios universitarios debido a su alto costo y decidió asistir de oyente a las clases que le parecían interesantes, y a las que seguramente no habría acudido si hubiese continuado con sus estudios.

Una de esas clases era caligrafía, que no parecía tener mucha utilidad en su momento. Asistió a esa clase porque “era hermoso, histórico, artísticamente sutil de un modo que la ciencia no puede captar, y lo consideraba fascinante”. Ninguna de las asignaturas optativas que cursó Steve Jobs en el Reed College tenía aplicación práctica y, sin embargo, diez años más tarde, utilizó todos esos conocimientos en el proceso de diseño del primer ordenador Macintosh.

La mezcla de conocimientos aparentemente no relacionados es la generadora del pensamiento híbrido. Los desafíos para poder implementar efectivamente estos nuevos modelos requieren cambios tanto tecnológicos, organizativos como culturales. Las empresas que solo discutan la cantidad de días a trabajar sin tener en cuenta estos aspectos, seguramente experimentarán dificultades.

La clave del trabajo híbrido pasa, en primer lugar por hacer convivir el trabajo sincrónico con el asincrónico. Para avanzar sobre este último, es importante el desarrollo de plataformas colaborativas en donde pueda visualizarse y construirse el trabajo compartido. La coordinación y el aprendizaje con estas plataformas no es algo que todavía esté afianzado.

La organización es otra de los elementos a considerar. Para qué, cuándo y con quiénes serán las preguntas a definir. No se trata simplemente de decidir la cantidad de días por semana a asistir.

La oficina debería convertirse hoy en día en el ancla social para fortalecer el desarrollo de vínculos, en el espacio de aprendizaje para compartir e intercambiar conocimiento, y en centro de innovación para propiciar espacios de encuentro interdisciplinarios que estimulen la innovación en las organizaciones. Esto requiere re-pensar el trabajo en su integralidad.

Por último se encuentran los aspectos culturales. Para que el modelo híbrido funcione se requiere un estilo de liderazgo basado en la confianza, una organización centrada en la transparencia y la disponibilidad de información, se requiere un sistema con autonomía y una organización que estimule el intercambio de ideas y conocimientos. (REVISTA MERCADO)

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