Un nuevo “contrato para la red”

Por revistamercado | abril 5, 2021

Como si de un Jean-Jacques Rousseau digital se tratara, Tim Berners-Lee está empeñado en reeditar el que será el Contrato Social de nuestra era; un nuevo “Contrato para la red”, que devuelva sus letras de nobleza al control que todo individuo debería de mantener sobre los designios de su alter ego binario y que la grandes del Big Data se empeñan en apropiarse.

El gran demiurgo

Tim Berners-Lee, inventor de la World Wide Web en 1989, ha lanzado una campaña para convencer a gobiernos, compañías e individuos de firmar un conjunto de principios agrupados en un “Contrato para la Red”, diseñado para defender una Internet libre y abierta. Sir Tim Berners-Lee y la startup Inrupt esperan resolver los problemas actuales de la web abierta; están diseñando una web en la que las personas tengan un único inicio de sesión para cualquier servicio y los datos personales se almacenen en “vainas” controladas por el usuario.

Inrupt ya ha contratado al Servicio Nacional de Salud británico, a la BBC y al gobierno de Flandes (Bélgica) como clientes piloto. El asunto es serio ya que la era Trump ha seriamente mermado el sentimiento de optimismo hacia Internet por los abusos con datos personales, el discurso de odio en línea, la manipulación política y el poder centralizado en un pequeño grupo de empresas de tecnología importantes.

At a crossroad

La web está en un punto crucial para Berners-Lee y está necesitada un nuevo Contrato para la Web, con responsabilidades claras y duras para aquellos que tienen el poder de mejorarlo. El científico se muestra convencido de que los gobiernos, las empresas y los usuarios de Internet tenían un papel pendiente que desempeñar; “cuestiones de política, como la neutralidad de la red, tienen que involucrar a los gobiernos.

Algunas cosas claramente involucran a las compañías, grandes empresas, pequeñas empresas y nuevos proyectos”. Lo importante en la nueva era es un ISP (proveedor de servicios de Internet), que se comprometa a brindar una Internet neutral y si se trata de una compañía de redes sociales, que se asegure de que permita que las personas controlen sus datos.

En cuanto a las personas deben, por su lado, comprometerse a “respetar el discurso civil y la dignidad humana para que todos se sientan seguros y bienvenidos en la red”, de acuerdo con uno de los principios básicos que rigen la WWW.

Limbo en la nube

El problema es que no está claro cómo se podría aplicar tal principio, dado el anonimato inherente de Internet. Los principios iniciales del contrato ya han recibido el respaldo de más de 50 organizaciones, incluido el Gobierno francés, Internet Sans Frontières y empresas como Google y Facebook. Recordemos que Berners-Lee trabajó en el CERN en los 80 y que allí propuso un proyecto basado en el hipertexto para facilitar la forma de compartir y la puesta al día de la información entre investigadores.

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