No son buenos tiempos para los presupuestos de campaña de muchos legisladores estadounidenses; en especial para los republicanos. Objetar la indiscutible y limpia victoria de Biden les va salir más caro de lo que habían anticipado; una veintena de grandes corporaciones estadounidenses han anunciado la suspensión de sus contribuciones de campaña.
El vehículo utilizado para los aportes a políticos de las grandes empresas son los Political Action Committee (Comités de Acción Política), comúnmente conocidos como PACs.
Pues bien, de momento gigantes como Morgan Stanley, Marriott, Dow, General Electric, ATT, Hallmark, AirBnB, han optado por castigar a los representantes políticos objetores de la
victoria presidencial demócrata.
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