Scaloni-Deschamps: los CEOs de la gran final

Por [email protected] | diciembre 16, 2022

Sobre el césped, 22 de los futbolistas más talentosos del mundo se disputarán el título más preciado. Desde la banda, dos técnicos guiarán sus pasos. Con polo y pantalón deportivo, Lionel Scaloni dirige la nave argentina; de traje, aunque sin corbata, Didier Deschamps pilota el bólido francés. El entrenador más joven contra un consagrado campeón del mundo; inexperiencia y carácter, contra solvencia y palmarés. Son los CEOs de la gran final del Mundial de Qatar.

Scaloni, el interino que cambió la historia

A sus 44 años, Lionel Scaloni (Santa Fe, 1978) es el seleccionador más joven del Mundial, y probablemente uno de los más inexpertos. Su llegada al banquillo más caliente del universo fútbol fue casi una casualidad. Estaba en el sitio y en el momento. Exfutbolista de raza que desarrolló gran parte de su carrera en España, asumió las riendas del combinado argentino con carácter interino. La eliminación del Mundial de 2018, en octavos de final y precisamente ante Francia, desató una tormenta que terminó con la destitución de Jorge Sampaoli. La Federación Argentina (AFA) apostó por Scaloni, en el banquillo de la sub-20, como solución de urgencia, a la espera de encontrar un entrenador de prestigio. Mientras buscaban, el técnico se hizo fuerte en el cargo y, pese a su corta experiencia, consiguió generar un bloque unido alrededor del indiscutible líder, Leo Messi.

Messi y Scaloni se abrazan tras el triunfo ante Croacia. EFE.

El título de la Copa América, que Argentina no ganaba desde 1993, fortaleció su figura. Por primera vez en mucho tiempo, un seleccionador de la albiceleste suscita consenso.

En un país dominado por la pasión, que vive cada juego de su selección como si fuese el último, que ensalza cada victoria y multiplica cada derrota, Scaloni ha sabido jugar un papel moderado, tranquilo, racional. En lugar de subirse a la ola y dejarse guiar por lo visceral, el técnico ha apostado por el temple. «No estamos obligados a ganar el Mundial, si pensamos eso estaremos muy equivocados», afirmó antes del torneo. Sus declaraciones tras el 2-0 ante México, que avivaba las opciones argentinas, fueron más allá. «Tenemos que recordar que esto es sólo un partido de fútbol. He recibido un mensaje de mi hermano, llorando, que se había ido de la ciudad para no ver el juego. No puede ser así. Es difícil hacer ver a la gente que mañana saldrá el sol, ganemos o perdamos».

Scaloni da indicaciones desde la banda en la semifinal contra Croacia. EFE.

Al asumir el cargo, Scaloni, con un perfil que podría entenderse como débil por aficionados e incluso futbolistas, se rodeó de exjugadores como Pablo Aimar o Walter Samuel para crear un staff técnico de figuras respetadas, queridas. Aportó naturalidad, convivió con las críticas y generó un equipo volcado con sus líderes, Di María y, sobre todo, Leo Messi. Potenció sus fortalezas, apostó por ellos inequívocamente; y ganó. En 2021 levantó la Copa América. El Mundial completaría un ciclo histórico.

Didier Deschamps, el triunfador discreto

Didier Deschamps completa con Mario Zagallo y Franz Beckenbauer la lista de privilegiados que han levantado la Copa del Mundo como futbolistas y entrenadores. En el caso del francés, lo hizo como pivote titular de la selección gala en Francia 98, y como técnico en Rusia 2018. Sobresaliente centrocampista en su etapa como jugador, ya como técnico estuvo a un paso de conquistar la Champions a los mandos del Mónaco, en lo que habría sido una de las grandes sorpresas de la historia de la competición. Era 2004 y cayó en la final ante el Oporto. Después pasó por la Juventus y el Marsella antes de ser nombrado seleccionador, en 2012.

Deschamps celebra el triunfo contra Marruecos, en semifinales. EFE.

Su camino a la gloria no ha estado exento de dudas, con las que ha sabido convivir desde la tranquilidad. El motivo es la escasa espectacularidad del juego de su selección, quizá la que cuenta con más talento en sus filas. Su aval son el pragmatismo, la efectividad y las victorias. Es el técnico que más eliminatoria mundialistas ha ganado, con 8. Cuestionado en muchas ocasiones (el nombre de Zinedine Zidane suena constantemente como su relevo) ha sido capaz de llevar a un equipo implacable en el aspecto físico, con superestrellas como Mbappé o Griezmann y jugadores díscolos como Pogba (lesionado para la cita de Qatar) a lo más alto.

«Una parte importante del trabajo del entrenador reposa en la psicología«, declara. «Lo más importante ahí es saber hacer un buen grupo, porque tienen que convivir durante 55 días y hay que buscar los buenos equilibrios«. Quizá por esa razón aparto de la selección a Karim Benzema, delantero del Real Madrid, para el Mundial de Rusia, cuando el futbolista estaba envuelto en un escándalo judicial que incluía el supuesto chantaje a un compañero. Deschamps asumió la decisión en primera persona, aceptando que de fracasar, todo el peso del movimiento caería sobre su persona. Protegió al grupo, y venció. Finalmente, resuelta la cuestión, Benzema regresó al equipo.

Dos técnicos diferentes, dos estilos de juego distintos, pero con un denominador común: la búsqueda del sentido común. Uno de ellos levantará este domingo el gran título del fútbol mundial.

Borja Santamaría

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