Es el fenómeno del momento en internet. Un bot que ha llegado para revolucionar la inteligencia artificial. Su nombre es ChatGPT, se estrenó el 30 de noviembre y ya ha superado el millón de usuarios fascinados por sus capacidades. Le bastaron un par de días para romper todas las expectativas, avivando el debate sobre hasta dónde pueden llegar a medio plazo este tipo de herramientas y, sobre todo, las consecuencias que esta evolución puede tener en nuestra sociedad.
El nuevo sistema de chat basado en IA de la compañía OpenAI se ha convertido en un fenómeno viral pese a estar todavía en fase de pruebas. El bot es capaz de chatear en multitud de idiomas y, sobre todo, hacerlo con gran naturalidad. Como si de un buen amigo se tratase, se puede hablar con él de cualquier tema y se le puede preguntar casi sobre cualquier aspecto. Sus respuestas son rápidas, fluidas y coherentes. Incluso tiene criterio para esquivar ciertos asuntos, según recoge la agencia EFE. Por ahora, la herramienta es gratuita, y los creadores esperan aprovechar esta fase para introducir mejoras. Sin embargo, Sam Altman, máximo ejecutivo de OpenAI, avisa de que en algún momento necesitarán «monetizarla» debido a sus altos costes.
Sus magníficas capacidades tienen un asterisco. Al parecer, ChatGPT no está conectado a la red en tiempo real y sus conocimientos llegan hasta 2021. Por tanto, no es capaz de reconocer o conversar sobre, por ejemplo, lo que está sucediendo en el Mundial de Qatar o los cambios de gobierno en Reino Unido. Pese a ello, su capacidad para emitir respuestas razonadas, extensas y con información exacta está revolucionando las redes sociales.
Recientemente en el trabajo me tocó proponer una solución similar, me tomo al menos un día completo 🥲
🤖 ChatGPT me dio un ejemplo en segundos…
Lo que esta pasando ahora mismo con IA es una locura y no tenga duda de que va a cambiar muchas cosas 🤯 pic.twitter.com/pRivvEuLI3
— Christian Roman (@chroman) December 7, 2022
«El formato de diálogo hace posible a ChatGPT responder a preguntas de seguimiento, admitir sus errores, cuestionar premisas incorrectas y rechazar solicitudes inapropiadas», señala OpenAI. Tal y como detalle EFE, Elon Musk participó en la creación del proyecto, aunque terminó desvinculándose. Otros gigantes tecnológicos como Microsoft también han invertido en la herramienta.
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ChatGPT ha generado una ola de fascinación. No sólo es capaz de mantener una conversación; también opina, redacta contratos, extrae códigos… Sin embargo, Altman subraya que aún tiene limitaciones. «Pronto podrás tener asistentes útiles que hablen contigo, respondan preguntas y den consejos. Más adelante se podrá tener algo que vaya y haga tareas por ti. Eventualmente podrás tener algo que te descubra nuevos conocimientos», señala en Twitter.
¿Para qué podrá utilizar ChatGPT un usuario estándar? Muchos apuntan que podría poner en cuestión el liderazgo de Google como sistema de búsquedas. Por ahora, ChatGPT comete algunos fallos, pero si se le cuestiona una respuesta, es capaz de rectificar y reconocer su error. Además, la herramienta está demostrando que puede ayudar en campos más específicos, por lo que su potencial para juristas, programadores, profesores o periodistas es realmente interesante.
Chatgpt hace contratos!!
Juristas, vienen buenas curvas para el sector. pic.twitter.com/iVqcuLY6he
— Elen (@IrazabalElen) December 6, 2022
Así, en un ejemplo recogido por EFE, el robot tardó «un par de segundos» en redactar «un texto de cinco párrafos» sobre su lanzamiento. Este fue el primero:
«Hoy se ha lanzado al público ChatGPT, una plataforma de chat que utiliza tecnología de lenguaje natural para ofrecer una experiencia de usuario única. Desarrollada por un equipo de expertos en tecnología y lenguaje natural, ChatGPT permite a los usuarios chatear de manera natural con un sistema que responde de manera inteligente y precisa. La plataforma utiliza modelos de lenguaje entrenados con grandes cantidades de datos para generar respuestas coherentes y naturales en tiempo real».
Una fluidez y rapidez que podría poner en cuestión la labor de muchos profesionales. Es el gran debate de fondo.
Borja Santamaría
Para profundizar: ¿Puede la inteligencia artificial caer en la estupidez artificial?
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