La nueva realidad nos ha llevado de las oficinas coloridas, el trato humano y el comedor con café a trabajar desde casa. Algo que de acuerdo al más reciente informe presentado por Dropbox, la principal empresa de tecnología en la nube, comienza a tener repercusiones, económicas en las empresas.
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En sus últimos resultados financieros , Dropbox estima una pérdida de 398,2 millones de dólares producida tras haber tomado la decisión de subarrendar la mayor parte de sus oficinas. ¿Dónde está la falla?
Este impacto económico se inscribe dentro de su anunciada política de «Virtual First» por la que los empleados solo debían acudir a las oficinas cuando fuera estrictamente necesario. De hecho, fue en otoño del año pasado cuando Dropbox decidió que sus empleados pasarían a trabajar permanentemente de forma remota, por lo que ha decidido subarrendar el resto de sus espacios.
Dropbox tiene oficinas en San Francisco, Seattle, Austin e Irlanda y asegura que, al rebajarse la valoración de estos inmuebles, debe imputar en sus resultados del cuatro trimestre unas pérdidas por este deterioro de 398,2 millones de dólares.
De hecho, Dropbox decidió no apostar por los modelos de trabajo híbridos, al darse cuenta de que se podían crear experiencias de trabajo diferentes para cada uno, complicando la gestión del talento humano. De hecho, se ha dejado como última instancia, generar «barreras a la inclusión» y desigualdades profesionales.
«Reevaluamos nuestros activos inmobiliarios y calculamos el valor del espacio de oficinas a subarrendar según las condiciones actuales del mercado», explica Dropbox en su informe. Además la compañía avisa que, especialmente en Europa se pueden seguir produciendo cargos adicionales relacionados a ciertos arrendamientos europeos, que siempre dependerán del mercado actual y las condiciones económicas.
Estas pérdidas que parecen imputables, de unos 0 a 50 millones de dólares, marcan una sombra en los resultados económicos de Dropbox. En el primer trimestre de ese mismo año fiscal, la compañía lograba por primera vez desde su salida de la bolsa, obtener beneficios.
Con los resultados de esta nueva política laboral, la compañía no descarta abrir pequeños espacios de trabajo en los lugares en que se pueden reunir varios de sus empleados, en lugar de tener que acudir obligatoriamente a las ciudades en las que la compañía tiene oficinas.
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