El ciberacoso en letras: códigos que facilitan el bullying

Por pferreras | noviembre 12, 2021

Gnoc’ en las redes sociales no es una serie aleatoria de letras escritas por error. Es un acrónimo sexual que se utiliza para el ciberacoso –acosar por las redes sociales– a los niños y adolescentes, sobre todo por parte de otros menores, para no ser descubiertos si la conversación es interceptada por una tercera persona. Y no es el único. Expresiones en clave de este tipo hay muchas más, como CU46, GYPCO o CID.

Un nuevo estudio de la plataforma de seguridad en línea y bienestar digital para familias, Qustodio, alerta sobre las diversas abreviaturas que son utilizadas entre las nuevas generaciones en las plataformas digitales para incitar al consumo de drogas o el acoso escolar.

“El acoso no es algo nuevo. Simplemente ha cambiado de escenario y ahora está en internet. Durante la pandemia, nuestros hijos se empezaron a enfrentar a una nueva realidad fuera de las aulas y el acoso pasó de los colegios e institutos a los teléfonos, tabletas y ordenadores. Algunos padres se han relajado sin ver los peligros que esto podía tener, explica el CEO de Qustodio, Eduardo Cruz.

Este año, tres de cada diez menores han recibido a través de redes sociales algún mensaje con contenido sexual, según los datos de EU Kids Online y el Instituto Nacional de Ciberseguridad de España (Incibe), quienes aseguran que las cifras van en aumento. Pero, además, el ciberacoso adolescente ha mutado y de las expresiones explícitas se ha pasado a los mensajes en clave que generalmente no son comprendidos por los padres y tutores de las víctimas.

“En la adolescencia suele haber un poco de desvinculación con los padres y el problema llega cuando el tipo de cosas que se ocultan pueden suponer riesgos o conductas poco saludables”, explica Cruz y señala que el uso de acrónimos tiene como propósito “ocultar a los padres y madres ciertos aspectos de su vida de la manera más ‘segura’ sin correr el riesgo de que entiendan algo si leen sus mensajes y puedan arriesgarse a ser castigados”.

El mensaje en clave protege así al victimario y debilita a la víctima, que conoce la intención del mensaje a pesar de su codificación. (rt)

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