Desde las páginas de Colección edición 2021, presentamos una selección de algunos de los más notables y famosos ilustradores de diferentes épocas.
Desde Durero y Da Vinci con sus bocetos, hasta nuestra contemporaneidad, todos han contribuido a la evolución del arte de ilustrar, ya sea para libros infantiles, carteles publicitarios, caricaturas o tiras cómicas.
En semejante contexto, será fácil dejarse llevar por la imaginación de estos artistas y convencernos tanto de la utilidad de su trabajo como de la satisfacción estética que siempre estará presente.
Todas las épocas de la humanidad han tenido numerosos ejemplos de cómo la necesidad de expresar una idea de manera gráfica encuentra la mejor manera posible para hacerlo.
Desde el arte rupestre hasta el diseño digital, el camino ha sido largo, los escenarios muy diversos y las técnicas, sin duda, han evolucionado, pero el resultado ha sido siempre el mismo: el hombre usa los medios a su alcance para comunicarse a través de trazos, figuras y símbolos.
La ilustración, como arte, necesitó en gran medida de un soporte: papiro, en la antigüedad, y papel, en siglos posteriores.
En esta superficie bidimensional, la humanidad ha visto cómo de los manuscritos medievales al impreso digital, los artistas han dejado su marca con diferentes objetivos: retratar la realidad con lujo de detalles; apoyar las ideas expresadas en un texto, como suele pasar en los libros; tomar los rasgos característicos de una persona y exagerarlos, como hace un caricaturista, o simplemente prescindir de las palabras y decirlo todo con una imagen.
Bien podría decirse que el trabajo artesanal de los manuscritos medievales inspiró, más allá de su valor religioso, la costumbre de tener libros ilustrados.
Y sin lugar a dudas, el desarrollo de la imprenta y de las artes gráficas ha facilitado la producción y comercialización de todo lo que un ilustrador puede hacer con talento e ingenio.
Núremberg, 1471 – 1528
El arte de la ilustración tiene una deuda con este gran artista que ya era toda una celebridad en Europa desde antes de cumplir 30 años.
A pesar de ser también un gran pintor, han sido sus grabados los que mayor influencia han tenido en el arte de siglos posteriores, pues los medios de impresión que usaba contribuyeron a la rápida difusión de toda su obra, la cual fue objeto de imitaciones y copias de poca calidad.
Gran parte de estos grabados eran producto de la xilografía, técnica que usaba una plancha de madera, o del uso de matrices de metal.
Durante los últimos años de su vida, Durero se enfocó en sus planteamientos teóricos acerca del arte a través de obras como sus “Cuatro libros acerca de la proporción humana” (1528), “Instrucciones sobre la manera de medir con el compás y la escuadra en las líneas, los planos y los cuerpos sólidos” (1525) o “La teoría de la fortificación de las ciudades, los castillos y los burgos” (1528).
Alberto Durero pensaba que «la experiencia cuenta mucho», pero que a un acercamiento empírico a la realidad hay que unir otro esencialmente intelectual.
Anchiano, Italia, 1452 – Château du Clos Lucé, Amboise, Francia, 1519
La influencia de Leonardo en la historia del arte es incuestionable.
Con una capacidad y talentos múltiples, su legado todavía hoy mantienen vigencia y sigue siendo objeto de estudios e investigaciones.
Su curiosidad y disciplina fueron vitales para producir numerosos trabajos sobre los cuales se le puede definir, además de pintor, como inventor y arquitecto.
Como muestra de su capacidad como dibujante, desde el ámbito científico se puede ver su interés por los estudios anatómicos del cuerpo humano, basados en las autopsias de cadáveres que realizaba, a pesar de que esta práctica estaba prohibida en el siglo XV.
Para ello, tuvo que diseccionar numerosos cadáveres que le permitirían dibujar, con detalle y claridad, gran parte de los órganos del cuerpo.
Su célebre “El Hombre de Vitruvio” o “Estudio de las proporciones ideales del cuerpo humano” es un famoso dibujo acompañado de notas anatómicas de su puño y letra, realizado alrededor de 1490.
Da Vinci, como ilustrador, ha dejado al arte y la ciencia detallados estudios sobre la anatomía humana.
Albi, Francia, 1864 – Malromè, Francia, 1901
Fue un aristócrata que se consideraba a sí mismo cronista social gracias a sus notables trabajos sobre la vida nocturna parisina en plena Belle Epoque.
Un accidente a temprana edad le impidió crecer, por lo que apenas, de adulto, llegó a alcanzar un metro y medio de estatura.
Henri fue rechazado por la alta sociedad, y terminó refugiándose en el famoso barrio de Montmartre en medio de la vida bohemia y los cabarets, donde se rodeaba de innovadores artistas y personalidades de finales del siglo XIX francés.
Su obra, espontánea y de mucho dinamismo, plasmaba escenas y personajes en situaciones y atmósferas reales que dieron luego gran impulso al arte de los carteles.
Sus óleos son escasos, por lo que se le considera, más que pintor, un gran artista del dibujo y la ilustración que dejó una notable producción de carteles para espectáculos y la publicidad de la época.
Dadas sus condiciones físicas, Henri se alejó del círculo social en el que había nacido y prefirió vivir en el ambiente bohemio de París de finales del siglo XIX
Reino Unido, 1872 – Francia, 1898
Aunque murió a la temprana edad de 25 años, el joven considerado como uno de los artistas más interesantes, innovadores y provocadores de la época victoriana tuvo tiempo de escandalizar a la sociedad e influir en sus contemporáneos y en futuras generaciones.
Con sus ilustraciones de claro estilo innovador que estaban cargadas de humor y sátira, pero estéticamente impecable, Beardsley fue solicitado por editores de libros y revistas que se alejaban del gusto tradicional y se arriesgaban a productos más artísticos.
En su obra plasmó claramente varios temas, como religión, mitología, historia, caricatura, cargados de erotismo y, en muchos casos, solo a tinta negra sobre fondo blanco, con clara influencia del estilo de los grabados japoneses.
El trabajo de Beardsley apareció en el primer número de la revista The Studio y llamó de inmediato la atención.
República Checa, 1860 – 1939
Aunque era un excelente cantante, fue el dibujo lo que llevó a Mucha hasta la fama y le garantizó un sólido lugar en la historia del arte, pues se le considera máximo exponente del Art Nouveau y de los artistas decorativos que convirtieron el movimiento Arts & Crafts en una de las Bellas Artes.
Su contribución al mundo de la publicidad fue notable, donde destacó con su estilo único en numerosos carteles, ilustraciones y avisos.
Aunque no era joyero, las mujeres que aparecían en sus carteles exhibían extraordinarias creaciones que llamaron de inmediato la atención del público de la alta sociedad, pues creían que eran joyas reales, y aprovechó la oportunidad para también ser notable diseñador.
Fue un artista cuyo estilo influyó mucho en la época y en corrientes posteriores, con clara recreación de sus trazos y colores en las ilustraciones del movimiento hippie de los años 60.
El estilo de Mucha ejerció mucha influencia en los diseñadores de generaciones posteriores
(Esta primera entrega fue retomada de la edición de Colección Diciembre 2021; escrita por José Roberto Díaz García)
Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.
