Todos, en algún momento de nuestras vidas, hemos atesorado algún objeto, quizás sin ninguna importancia y solo por el hecho de atraer nuestra curiosidad; sin embargo, para otros despierta una pasión que se convierte en una obsesión. Aprecian sus adquisiciones no solo por sus particularidades, sino además por el valor sentimental que destilan. Tal es el caso de Isaac Rudman.
Rudman a través de los años se ha convertido en un respetado coleccionista, distinguido entre los más prestigiosos de América Latina y entre los 200 Top Collectors del mundo por la reconocida revista Art News.
Fue en su llegada a República Dominicana en 1963, cuando Rudman se sintió atraído por la numismática (estudio y coleccionismo de monedas y papel moneda emitido por una nación con el diseño oficial del país).
Su colección se compone de arte latinoamericano, monedas y arte precolombino y su primer acercamiento con el arte fue en una subasta donde le mostraron un catálogo y cuya belleza de las obras expuestas lo impulsaron a adquirir sus primeros cuadros, de los cuales algunos los mantiene conservados.
«Al principio fueron cuadros para adornar la casa. Con el paso del tiempo fue necesaria una casa para adornar los cuadros», recuerda Rudman
Cuando se le consulta si el coleccionista es un adicto, Isaac sonríe. «Esta pregunta se la he hecho a muchos amigos coleccionistas y todos han respondido: sí lo es. Para mí, en gran medida el coleccionista es un cazador, lo más importante es la próxima presa; mientras dura la persecución es increíble el nivel de adrenalina que recorre en tu cuerpo, pero una vez obtienes el objeto se pierde la emoción de la búsqueda. Pero por suerte, pronto aparece algún otro artículo que despierta tu pasión».
Con el tiempo, ha logrado adquirir una rica y vasta recopilación de monedas raras, las cuales figuran entre las más codiciadas y valoradas del mundo.
Durante 40 años, el coleccionista se enfocó en preservar monedas. Es así como en agosto de 2015, sus monedas mexicanas de la época colonial, unas de las más finas y exclusivas del mundo, fueron agrupadas y llevadas a subasta por Heritage Auctions. Sin embargo, el empresario deja en claro que ser un apasionado en estos temas, no es una tarea fácil.
«No todo para el coleccionista es placer. También cuando se especializa en áreas como la numismática y la filatelia y en menor medida en todas las otras variantes del coleccionismo, se tiene la responsabilidad de conservar las obras, estudiar, clasificar y hacer investigación para preservar la historia de la que estos objetos son testigos. En lo personal, mi mayor satisfacción como coleccionista de la historia filatélica y numismática de la república ha sido rescatar de todos los confines del mundo estos artículos que se encontraban dispersos y regresarlos a donde siempre debieron estar, en nuestro país», comenta orgulloso Rudman. (REVISTA MERCADO)
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