La belleza de lo simple: $1.4 millones de dólares por una esponja

Por mobyrne | julio 15, 2021

Por Martín Obyrne

El martillo de la subasta golpeaba en la ciudad de Colonia, al occidente de Alemania. Un coleccionista no revelado ponía sobre la mesa $1.2 millones de euros netos, alrededor de $1.4 millones de dólares, por una pequeña esponja natural pintada de azul por el francés Yves Klein (1928-1962). Se trata de una oferta singular, ante la pretención inicial de la galería Lempertz de 600 mil euros por la obra. Había sido creada en 1959 por el innovador francés, y denota la belleza de lo simple.

Klein, nacido en Niza, glamuroso centro poblado del Mediterráneo, ha sido caracterizado por la crítica como un importante exponente del Noveau Réalisme, vertiente del neodadaísmo en los años sesenta. La colorida posguerra en Europa occidental aún no se aventuraba a enlazar la vida con el arte, ni mucho menos a reinvindicar los significados filosóficos de la tierra, el espacio despoblado, y las palabras.

Arte simple, espacio vacío, planeta azul: el ideal de belleza de Klein

El artista realizó trabajos abstractos, y casi exclusivamente monocromáticos. También con cuerpos femeninos desnudos, a los que pintaba de azul, mientras aludía a la espiritualidad humana. Su infancia junto al mar le generaba interés por esta tonalidad. En 1965 intentaba patentar una variante de azul profundo, hoy conocida como el International Klein Blue. Está indexada en el popular lenguaje de programación HTML5.

Encontrar el tono cromático perfecto -sin rastros de verde, morado o gris-, le conducía a colaborar con el proveedor parisino de productos de arte Edouard Adam. Su tienda ‘Adam’, fundada en 1898, aún existe en el exclusivo bulevar parisino de Edgar Quinet. La mezcla original estaba disuelta en aglutinante mate, y permite mantener la intensidad del pigmento. Como en el caso de la singular esponja.

La obra se preservaba en excelentes condiciones en Alemania

La alusión a una porífera acuática se conservaba en el museo Haus Esters, en el irónicamente grisáceo estado alemán de Renania del Norte-Westfalia. El museólogo Paul Wember tenía su custodia. En 1961, varias de las esponjas marinas de Klein habían cautivado en el mismo lugar a los visitantes de una exposición itinerante. El excelente estado de preservación ha sido determinando para aumentar el precio de la pieza.

Para el diario alemán Handelsblatt, haber subastado la escultura del creador francés por una cifra tan elevada, demuestra que “el interés que se despertó por el arte durante el confinamiento se entrelaza con una disposición alta al gasto”. La serie ‘Flores’ de Andy Warhol, había sido vendida hace poco por la también germana casa Van Ham, por impresionantes $2.3 millones de euros. (mov)

 

Suscríbete a la revista y regístrate a nuestros newsletters para recibir el mejor contenido en tu buzón de entrada.