En Suiza priman la abundancia y la exclusividad. Los relojes de alta gama son un ejemplo innegable de aquello. Los chocolates y el queso no se quedan atrás. Pero también posee numerosas alternativas en spas y en clínicas de bienestar. De hecho, alberga un establecimiento al pie de hermosas montañas y de las aguas termales.
Se trata de la clínica La Prairie.
Pasar una semana ingresado en esta exclusiva clínica ubicada en Los Alpes, cuesta aproximadamente 21,500 dólares por persona. Pero al parecer, este abultado precio lo vale, ya que este establecimiento está catalogado como el mejor Spa médico del mundo. Y además, nunca lo bueno ha sido barato. Una clínica cinco estrellas donde se aplica la cosmética más avanzada y se brindan tratamientos de revitalización con ochenta años de historia y con la demostración de que realmente sirven.
Este método de rejuvenecimiento, que se inició en 1931, cuando el médico suizo Paul Niehans comenzó con la terapia celular, aplicando a sus pacientes inyecciones de células frescas de neonato de cordero, con resultados que sorprendieron a la comunidad científica.
Ese fue el comienzo del desarrollo del extracto CLP, también llamado Revitalización (este tratamiento está diseñado para aumentar la vitalidad, reforzar el sistema inmunológico y combatir los efectos del paso del tiempo), que junto con la implementación de variados tratamientos antiedad, han contribuido a la fama mundial de Clinique La Prairie.
Armin Mattli, un importante banquero suizo, compró la clínica en 1976 y fue en ese momento cuando comenzó su impresionante desarrollo.
Hoy, la mayoría de los spas más importantes van dirigidos hacia lo médico; en cambio, él fue desde lo médico hacia el spa. Posteriormente, la clínica obtuvo fama internacional gracias a un impensado protagonista: el Papa Pío XII. Cuando en 1953 estuvo al borde la muerte y, como última alternativa, se le aplicó el tratamiento de revitalización, lo que para muchos, le salvó la vida.
Y que, junto con la implementación de variados tratamientos antiedad, han contribuido a la fama mundial de Clinique La Prairie. Justamente, ese programa, que se adapta según el deterioro del cuerpo y las necesidades del organismo del paciente, sigue siendo la estrella de la clínica. En la larga historia de La Prairie han sido tratados decenas de miles de pacientes, de más de 86 países.
Un secreto que elaboran en ese lugar, ya que tienen la patente, y que se administra exclusivamente en la clínica. Gracias al extracto CLP se pueden tratar todos los síntomas del proceso de envejecimiento: el síndrome menopáusico y otros efectos relacionados con el como la osteoporosis, la impotencia hormonal, disminución de memoria y concentración, así como de energía y apetito; procesos de recuperación lentos, desórdenes en el sueño o enfermedades degenerativas como artritis o migraña.
Miembros de las monarquías, aristócratas, acaudalados empresarios y las más reconocidas estrellas del mundo del espectáculo no dudan en ser agregados a la selecta lista de espera, en caso de ser necesario, para poder recibir la codiciada fórmula en la más estricta privacidad.
Eso sí, no hay invitaciones, ni publicidad encubierta cuando alguna de estas personalidades asisten.
Charlie Chaplin, Charles de Gaulle, Ronald Reagan, Margaret Thatcher, Marlene Dietrich, Alain Delon, Catherine Deneuve, Jean Paul Belmondo, Isabelle Adjani, Sharon Stone, Michael Jackson, Mick Jagger, Diego Maradona, Angelina Jolie, Frank Sinatra, Robert Redford, María Callas o Montserrat Caballé son apenas algunos nombres famosos que conocieron en primera persona el lujo y la efectividad del tratamiento de revitalización de La Prairie.
El único requisito para acceder a sus beneficios, además de disponer del dinero, es ser mayor de 40 años. Pero existe una excepción para ser admitido antes de esa edad y está reservada a los deportistas de alta competencia, debido a su intenso y raudo desgaste físico.
La Clinique La Prairie pronto se convirtió en un santuario de rejuvenecimiento, un lugar donde el tiempo se detiene. El alojamiento y la infraestructura son propios a la de un hotel de lujo. En su interior funciona el spa, baños terapéuticos, masajes tradicionales, tailandeses y fitness.
Los aparatos con los que se ha equipado el spa son de última tecnología, hay algunos que están hechos específicamente con el propósito de sincronizar el masaje con el ritmo cardiaco, mientras que otros estimulan la musculatura en tan solo 17 minutos, que equivalen a una hora de aeróbicos. El resto de especializaciones de la clínica incluyen: Belleza, Dermatología y Medicina Estética.
Asimismo, en esta clínica se crearon hace 30 años los productos cosméticos de La Prairie, y que hoy en día está completamente desligados de este centro. Actualmente, todos los tratamientos estéticos que se practican en este edificio son de la marca de alta cosmética suiza Swiss Perfection. (REVISTA MERCADO)
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