A una semana de la partida física de el príncipe Felipe, el castillo de Windsor sacude el polvo, abre las ventanas y comienza los preparativos del funeral real para despedir al ‘corazón de hierro’; quien falleció el viernes a los 99 años de edad.
Esta sábado 17 de abril se hará «el funeral real ceremonial», no un funeral de Estado, que refleja en gran medida los deseos del duque según las declaraciones dadas por un portavoz del palacio. Por supuesto, con los detalles bajo el estricto seguimiento de la reina Isabel II.
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Este solemne acto echará en falta a varios miembros importante, por las fuertes restricciones que ha producido la pandemia. Uno de ellos será el primer ministro británico, Boris Johnson, quien hasta el momento ha querido actuar de acuerdo con lo que sea mejor para la realeza y, por tanto, para permitir que acuda el mayor número de familiares directos.
Las banderas del Reino Unido estarán ondeando a media asta en cada edificio gubernamental, a lo que seguro la población se unirá. También las banderas británicas en edificios reales en los que la reina no esté alojada se ondearán a media asta. Lo único que veremos ondear completo y con aires de solemnidad, será el estandarte real, que representa la soberanía y continuación de la monarquía. Dios salve a la reina.
Ya el sábado el pueblo fue testigo vía internet, televisión o desde casa de las salvas de honor en tributo al duque de Edimburgo en todo Reino Unido y Gibraltar. Se dispararon 41 rondas, una por minuto durante 40 minutos en Edimburgo, Cardiff, Londres, el castillo de Hillsborough en Irlanda del Norte y las bases navales de Devonport y Portsmouth.
Los buques reales no quedaron exentos del acto, ya que el duque también sirvió en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial y ostentaba el título de Lord Gran Almirante. El HMS Diamond y el HMS Montrose, también dispararon en su honor.
La pandemia hará que este funeral real sea completamente diferente, además de las indicaciones del duque antes de morir. A los ciudadanos se les ha pedido que no intenten asistir a ninguno de los eventos funerarios, podrán verse en línea de acuerdo a las recomendaciones de salud pública.
La familia real también ha pedido a la población que no dejen flores ni recuerdos en las residencias reales. En lugar de ello, se les ha pedido que realicen donaciones a una organización caritativa en lugar de dejar tributos florales en memoria del duque.
Incluso, se ha digitalizado un libro de condolencias para que escriban los tributos personales de manera online.
El príncipe Felipe pidió antes de fallecer un funeral modesto y que su cuerpo no fuera velado en público, una decisión que refleja perfectamente su carácter. Por tal motivo, no habrá capilla ardiente en la que los ciudadanos puedan ver su ataúd y despedirse de él.
En lugar de eso, sus restos yacerán en el castillo de Windsor.
La capilla ardiente fue un honor concedido a los tres últimos consortes reales, incluida la Reina Madre en 2002, cuando unas 200,000 personas hicieron fila para rendir tributo durante más de tres días en el Westminter Hall en el centro de Londres.
Diana, princesa de Gales, también recibió un funeral real ceremonial pese a no ostentar ya el título de Su Alteza Real cuando murió.
El colegio de Armas, que ayuda a organizar actos de estado, dijo que los planes para el funeral del duque continúan dentro de la línea de la tradición de la familia real y alineados a los deseos del príncipe.
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