Una pérdida para el linaje de los Rothschild

Por Karime Rivas | enero 19, 2021

HOY EL MUNDO parece estar algo acostumbrado a las despedidas, pero no deja de ser doloroso ver partir a personas cuyo aporte a la sociedad es incalculable. El Barón Benjamín de Rothschild, Presidente del Consejo de Administración de Edmond de Rothschild Holding SA, la entidad que supervisa el Grupo Edmond de Rothschild, murió, según anunció su familia este sábado. Su muerte se produjo “tras un ataque cardíaco en la casa de la familia en Pregny (Suiza) en la tarde del 15 de enero”, dijo en un comunicado.

En 1963 el mundo le abrió los brazos, nacido como hijo y único heredero de Edmond y Nadine de Rothschild, padres de una fortuna reconocida en el mundo.  Convirtiéndolo en aquel que debía dirigir el imperio familiar,  tuvo que asumir la dirección del grupo creado por su padre a la muerte de éste en 1997, después de haber trabajado y aprendido del negocio a su lado durante muchos años.

Por suerte, esto lo hizo junto a su esposa Ariane, que tomó las riendas en 2015. Desde entonces han liderado juntos el desarrollo de este discreto imperio en la galaxia Rothschild, especializado en la banca privada y la gestión de activos.

Desde 1953, el Grupo Edmond de Rothschild, con sede en Ginebra, comenzó a tomar cada vez más relevancia hasta convertirse en una empresa con una plantilla de trabajadores de 2600 empleados y un capital que hoy cuenta con 173.000 millones de francos suizos en activos gestionados (USD 194.000 millones), y 32 oficinas en todo el mundo.

Apasionado por la vela, Benjamin de Rothschild también fue conocido por haber creado en 2000 el “Gitana Team”, un equipo de regatas oceánicas que ha ganado varias competencias (Route du Rhum, English Transat, Transat Jacques Vabre…). El grupo Edmond de Rothschild también es propietario de Château Clarke, una finca vinícola de la región de Burdeos (al igual que sus primos lejanos Lafite-Rothschild y Mouton-Rothschild).

Recuerdos familiares

“Era alguien con una personalidad entrañable. Tenía reflejos empresariales e instintos de negocios. Trabajé durante 20 años en este grupo familiar. El banco tenía un espíritu familiar y eso es bueno”, afirmó Alexandre Col, ex director de gestión de activos, bienes raíces y miembro del comité ejecutivo del banco hasta 2014.

El presidente del centro de pensiones de Alemania, Alexandre Michellod, que trabajó entre 2012 y 2017 para el Grupo Edmond de Rothschild como jefe del sector de pensiones dijo estar “particularmente conmovido”. «Haber trabajado para el Grupo Rothschild ha sido un gran privilegio. El barón Benjamin de Rothschild encarna, en mi opinión, un empresario excepcional que ha sabido desarrollar la marca Edmond de Rothschild de manera extraordinaria”. Se le recuerda como “un hombre que se preocupó de expresar su gratitud a sus colaboradores con un arte y una manera única. Sus mensajes escritos, que siempre se dirigían con gran cuidado a los miembros del personal en cada nueva etapa del Grupo, siempre fueron muy apreciados y esperados por todo el personal”.

La prematura muerte del barón Benjamín de Rothschild recuerda a la de su padre, Edmond, que falleció a los 71 años en 1997, también debido a problemas cardiovasculares. Benjamin, que había creado la Compagnie de Trésorerie Benjamin de Rothschild en 1989, especializada en la cobertura de divisas, se hizo cargo de la gestión a los 34 años.

“Empresario visionario, apasionado por las finanzas, la velocidad, la vela y el automóvil, y filántropo muy implicado en la promoción de la investigación en la Fundación Adolphe de Rothschild, Benjamin, con su extraordinaria personalidad, no ha dejado de transformar y modernizar su legado, respetando al mismo tiempo los valores de la familia”, declaró el grupo Edmond de Rothschild en su comunicado.

Fuente: Forbes