7 consejos para empoderar a las próximas generaciones y lograr un mundo más equitativo

Por Karime Rivas | mayo 18, 2021

El nuevo mundo parece estar alineándose a lo establecido en la Agenda de Davos 2030. Una serie de lineamientos que apuntan a una realidad sostenible, capaz de transformar por completo la forma en que vivimos. Ciertamente, las madres desean que sus niños sean felices, alcancen su potencial y vivan una vida plena. Cada vez más, y especialmente en la conciencia actual de la desigualdad, aspiran a que formen parte de una sociedad justa e igualitaria.

El sesgo tiene un impacto a largo plazo y es difícil de cambiar en la edad adulta

Sólo en Estados Unidos se gastan 8 mil millones de dólares al año en capacitación para reducir el sesgo persiste. En un estudio de 30 años de empresas medianas de Estados Unidos, mostró las inversiones significativas en entrenamiento de prejuicios inconscientes no habían dado lugar a mayores niveles de diversidad. Esto sugiere que el sesgo tiene un impacto a largo plazo y es difícil de cambiar en la edad adulta, y si bien es cierto que podemos seguir invirtiendo en modificar esto, es más conveniente intervenir durante la infancia antes de que el sesgo tenga la oportunidad de establecerse.

Estimaciones actuales sugieren que es probable que la igualdad entre los géneros tome 108 años en lograrse, a menos que cambiemos nuestro enfoque. Una oportunidad importante radica en nuestra capacidad de influir en las actitudes de los niños, que aún son más probables de estar en posiciones de poder cuando crezcan. Un estudio reciente que abarcaba 29 países, demostró que para los niños los modelos a seguir en el hogar pueden influir en gran medida en las actitudes igualitarias como adultos.

Es probable que la igualdad entre los géneros tome 108 años en lograrse, a menos que cambiemos nuestro enfoque

El estudio encontró además que la presencia de la madre como modelo a seguir tenía un impacto diferente en los niños y en las niñas. En el caso de las niñas, los modelos a seguir femeninos desempeñaban un papel importante en el aumento de la participación y los logros profesionales, pero, sobre todo, fueron capaces de obtener esa influencia de una variedad de modelos a seguir femeninos, no necesariamente de sus propias madres. Los varones influyeron más en el rendimiento profesional por los modelos masculinos, pero adquirieron actitudes más igualitarias como resultado de las madres trabajadoras. Los niños criados por madres trabajadoras tienen más probabilidades de apreciar los logros de las mujeres y casarse con mujeres que trabajan. Curiosamente, los niños no están fuertemente influenciados por modelos femeninos que no sean sus propias madres.

Otro estudio se centró en los «mensajes indirectos» de la conducta de los padres, que, según se determinó, tenían un impacto significativo en las expectativas de los niños acerca de sus ambiciones y logros, así como en sus percepciones de lo que otros podían lograr. Cuando se trata de actitudes igualitarias, no es lo suficientemente bueno decir a los niños «hagan lo que digo, no lo que hago». Entonces, ¿qué podemos hacer? Aquí hay tres maneras de influir en actitudes más igualitarias en nuestros hijos:

1. Evite perpetuar los estereotipos de género en el hogar. Un enfoque considerado crea un entorno donde los niños pueden ver el modelado igualitario de roles. Este es un buen momento para ser intencional y discutir abiertamente la división del trabajo doméstico y del cuidado de los niños.

2. Hable con sus hijos sobre jerarquías de género en las escuelas. La igualdad en el entorno familiar también puede equilibrarse con la desigualdad en el entorno escolar.

3. Fomentar asignaturas ‘no tradicionales’ para todos los niños. La estrecha participación de los padres en la educación en el hogar en este momento crea una oportunidad para fomentar el interés de los niños en diferentes temas. Algunas ideas incluyen: encontrar videos de YouTube sobre temas relevantes (como experimentos científicos) para ver juntos, preguntar más sobre el trabajo escolar sobre esos temas; investigar modelos a seguir de ambos sexos en línea; y elogiar conscientemente los logros en esos temas más que en otros.