Otra de las deportistas que está transicionando al mundo de los negocios es Alana Beard. La ex jugadora de la WNBA que llegó a jugar con los Angeles Spark y Washington Mystics, ahora se ha enfocado en los negocios como asociada Senior de SVB Capital, y ahora trabajando con African American Sports & Entertainment Group.
A través de su Fundación 318, Beard está tratando de atraer una franquicia de la WNBA a Oakland, para ofrecer nuevas oportunidades a mujeres y niñas. Este traslado se estima que cuesta alrededor de unos 20 millones de dólares, por lo que ahora mismo está creando sólidas conexiones para alcanzarlo.
En 2010, Beard tuvo una lesión que prácticamente puso fin a su carrera, donde los médicos diagnosticaron apenas un 10% de probabilidad de retorno a las canchas. Fue justo en ese momento, cuando Beard entendió que debía diversificar su carrera abriéndose a nuevas oportunidades.
Durante su recuperación en Oakland, aprovechó varias oportunidades en capital de riesgo con Ryan Nece en Next Play Capital. A través de esto, terminé conociendo a Mike Descheneaux, el presidente de Silicon Valley Bank, quien le allanó el camino para que se sumergiera de lleno en los negocios.
Con este proyecto de llevar la WNBA a Oakland, Beard sobrepasó la típica historia de la deportista que se convierte en entrenadora. Ella quiere construir un plan y un modelo de lo que las mujeres pueden esforzarse por ser. Con esto busca «crear un cambio cultural en la forma en que las mujeres y las niñas experimentan las oportunidades, para construir beneficios para las nuevas generaciones».
La misión de Beard en general, es «mejorar los resultados universitarios, profesionales y de vida de las mujeres jóvenes en comunidades desatendidas», ha comentado en una entrevista a Bizjournals. «Quiero hacer todo lo posible para asegurarme de que las mujeres jóvenes de hoy estén expuestas a las cosas que tal vez yo no tenía».
Beard se ha convertido en un ejemplo, tras ganar dos premios como Jugadora Defensiva de la WNBA luego de una lesión en el tobillo. Para muchos, ella envió un mensaje de resiliencia con un enérgico, «no tienes que ser la persona que eres en este momento».
Para ella, todo se resume en tener exposición, salir de la zona de confort y tener confianza en los pasos que estás tomando en ese momento. «Está bien pivotar siempre y cuando tengas confianza en ese pivote».
Por: Karime Rivas.
