¿Por qué obligarte a ser un «unicornio» está generando ansiedad por el éxito?

Por Karime Rivas | junio 2, 2023

Los estándares de excelencia son por mucho conocidos y dominados en el mundo de los negocios, más aún si sigues de cerca las figuras de Poder y Éxito y lo que ellas han logrado en su historia. Sin embargo, la ansiedad por alcanzar la tan mencionada perfección causa estragos, no solo provocando el síndrome de la impostora sino proyectando un nuevo estándar «unicornio» que las mujeres deben seguir.

«No podré descansar hasta llegar al siguiente objetivo y lo haya hecho a la perfección».

En un artículo publicado en el Harvard Business Review, Morra Aarons-Mele menciona, «soy una triunfadora ansiosa, ambiciosa y centrada en mi carrera. Mi ansiedad me lleva a rendir demasiado. No podré descansar hasta llegar al siguiente objetivo y lo haya hecho a la perfección. Pensar en el fracaso me ha llevado a lograr muchas cosas, pero la ansiedad que impulsa esos miedos afecta a mi salud mental, a mis relaciones y a mi capacidad de experimentar alegría».

¿Te sientes identificada con algo de esto?, ¿quién te dijo que tenías que ser «alguien especial»? Si tienes algún problema con el perfeccionismo, seguro estas preguntas han desatado un diálogo dentro de ti.

Muchas triunfadoras ansiosas trabajan haciendo grandes esfuerzos por alcanzar estándares imposibles. En algún momento los mensajes de la infancia y la educación recibida han dejado claro que los errores no son parte del menú de la vida. Gracias a esto, las mujeres cargan con una voz interna que amenaza, avergüenza y critica duramente en la vida y en el trabajo.

Abraza a la crítica interior

En una entrevista que le realizó Aarons-Mele a a Newton Cheng de Google, conversaron acerca de sus tendencias ansiosas al éxito. Allí desnudaron la voz de la crítica, descubriendo que incluso un ejecutivo exitoso como él tiene una voz que a veces lo sabotea y a veces lo impulsa.

«si te esfuerzas lo suficiente, no puedes fallar. Así que esfuérzate más».

En tal sentido, Newton lo que hizo fue prestar atención a sus patrones de pensamiento. En su caso, consiguió que la voz le decía cosas como «si te esfuerzas lo suficiente, no puedes fallar. Así que esfuérzate más». En este sentido, su voz le decía que dar lo mejor de sí nunca era lo suficientemente bueno.

No importando el mensaje que repita esa voz, presta atención. Cuando sientas que tus propios pensamientos te desaniman, es importante ir más despacio y reconocer que «la voz» no es «tu voz». Esta tarea no es del todo sencilla, pues las personas perfeccionistas ya están tan acostumbradas a esa voz que no conocen otra forma de operar.

Reconoce la voz

La próxima vez que escuches una crítica en tu cabeza, Aarons-Mele sugiere observar primero quién habla, ¿la voz suena como tú o como alguien de tu pasado? Muchas veces la voz interna de la crítica está guiada por experiencias previas.

¿Qué frase usa tu voz interior? Observa detenidamente las palabras que escoge, ¿aparece frente a un error o es una voz constante? De igual forma, es bueno identificar qué emoción o situación se antepone a la aparición de esta voz.

Escucha la voz con compasión

Una vez identificados los puntos de las autocríticas favoritas, intenta abordarlos de frente. Aquí háblale a esa voz en tercera persona y hazlo practicando la autocompasión y amabilidad, en lugar de combatirla con autocrítica.

Practica un ejercicio de amabilidad

Para este ejercicio simplemente siéntate y coloca las manos sobre el pecho. Siente tu aliento, inhala y exhala. Conéctate con la sensación de tus manos en el esternón. Tómate un momento de quietud.

Ahora piensa en algo que hayas hecho bien recientemente. Podría ser algo de tu trabajo o en tu vida personal, una pequeña victoria. Incluso, puede ser un acto de amor que hayas hecho, lo importante es que te haya hecho sentir bien.

Sostén tu pecho, piensa en ese momento y di «Lo he hecho bien». Intenta sentirlo de verdad.

Cuando termines no permitas que conecte de inmediato una crítica o pensamiento negativo. Permanece con el sentimiento de la compasión por un momento. Se trata de una pequeña recompensa para ti, dándole valor a las cosas pequeñas.

Haz que la vida sea especial

Cualquier ejercicio para silenciar la voz interna requiere mirar de frente al ego y reconocer que no se necesita ser perfecta, ni mejor que los demás. El psicólogo Taylor Chesney dice, «cuando ya no necesites ser especial, la vida se hace especial».

Date la oportunidad de vivir libre de los efectos negativos que se desprenden de cumplir con un estándar imposible de alcanzar, así podrás darle rienda suelta a tu creativdad y vivir desde una realidad completamente nueva.

Ante la llegada de la voz repite, ¿por qué tengo que ser tan especial?

Por: Karime Rivas.