Michelle Obama ha revolucionado el rol de una primera dama, la forma de comunicar lo que ocurría con un gobernante de los Estados Unidos y se ha convertido en una referencia de liderazgo. El reconocimiento a su nombre no es una casualidad, ella ha mostrado una nueva versión de liderazgo con una excelente autogestión emocional.
En un artículo especial para TIME, Michelle Obama habla acerca del significado de «Go high«. En él asegura que a diario tenía que recordar junto a su esposo Barack, esta frase como símbolo de la integridad de ambos. «La misma integridad que muchos otros en el ascenso al poder han perdido», dice Michelle.
Las campañas contundentes y la batalla política ha puesto a prueba la integridad y el compromiso de ambos, en numerosas ocasiones. En el texto, Michelle describe el desafío que esto ha significado para su moral. «Ir alto es como dibujar una línea en la arena, un límite que podemos hacer visible y luego considerar. ¿De qué lado de esto quiero estar? Es un recordatorio para hacer una pausa y ser reflexivo», escribe.
Las personas no dejan de bombardearle a preguntas cada vez que surge alguna injusticia o falla de liderazgo. En un mundo lleno de caos, Michelle Obama asegura que sigue siendo importante el «Go High».
«Ir alto» para Michelle Obama comienza por el hacer, más que por el sentir. No se trata de ser complaciente y sentarse a esperar mientras otros luchan. «Algunos piensan que la razón no deja lugar a la rabia(…). Pero no es eso en absoluto», explica Michelle.
Para ella, «ir alto» es la capacidad de trascender aquello que genera la rabia para «convertirlo en una especie de plan de acción», hacia una solución más amplia. «Es lo que sucede cuando tomas una reacción y la maduras hasta convertirla en una respuesta», escribe Michelle.
Y cierre magistralmente con: «Porque aquí está la cosa: las emociones no son planes. No resuelven problemas ni corrigen errores. Puedes sentirlo, inevitablemente los sentirás, pero ten cuidado de dejar que te guíen. La ira puede ser un parabrisas sucio. El dolor es como un volante roto. La decepción solo viajará, malhumorada e inútil, en el asiento trasero. Si no haces algo constructivo con ellos, te llevarán directamente a una zanja».
El poder de Michelle Obama siempre ha dependido de su habilidad para mantenerse fuera de la zanja. De allí, la líder inspiradora que es hoy.
Por: Karime Rivas.
