Actualmente existen más de 20 millones de influencers en el mundo. En su momento la profesión de ‘influencer’ fue considerada la profesión del siglo XXI. Pero puede decirse que se trata de una que conlleva una gran responsabilidad que abraza, en gran medida, la vida privada de aquella mujer influencer que decide ostentar el título.
Lo cierto es que ellos han modificado las relaciones públicas al 2.0, gracias a que son capaces de generar confianza ante un público objetivo y que gracias a su experiencia en determinadas áreas ayuda a dotar de credibilidad a las marcas.
Hoy en el día del influencer, podemos mencionar tres perfiles bien diferenciados cuya misión parte de diferentes puntos de vista:
El motivo central de ellas no fue la remuneración detrás del ser mujer influencer, siempre el objetivo fue la visibilidad y la confianza en ese mensaje que tenían para el mundo. Sin embargo, esto representa un gran reto, cuando vemos el lado B del perfil llega el momento de crear confianza y reputación hacia el público.
El mayor reto que muchas de ellas enfrentan es el llevar su mensaje al mundo, siempre de formas creativas y sin ser necesariamente profesionales de la comunicación. Según el II Informe de estatus y prácticas de relaciones con influencers realizado por Augure, los sectores que obtienen los mejores resultados a través de sus estrategias son los de salud, moda, cosmética, energía, turismo, educación y el mundo asociativo.
El éxito de estas tres mujeres no es un fenómeno natural ni fruto de la casualidad. ¿Cómo lo hicieron? ¿Cuál es la clave del éxito? Y ¿Cómo el modelo business se apoderó de las redes generando importantes ganancias? Pamela Sued, comunicadora, presentadora y empresaria; María Conchita Arcalá ‘La Peccata Minuta’, lifestyle influencer; y Clara Divano, ‘Cuisifit’, revelan la historia detrás del camino que cada una ha tenido que recorrer como influenciadora. (KR)
