Llegó el ChatGPT para mejorarnos la vida (o eso dicen) y simplificarla creando casi todo lo que un creativo puede hacer, solo que sin creatividad. La Inteligencia Artificial puede crear textos en cuestión de segundos, mantener una charla por WhatsApp muy amena y crear diseños impresionantes, pero no puede simular la creatividad que tiene un humano.
Justo allí es donde la creatividad y autenticidad cobran un valor tremendo en el mercado laboral y los negocios. La enorme capacidad humana de pensar fuera de los establecido, de encontrar soluciones y generar ideas.
Ya ha quedado probado que el exceso de información que arrojan las redes sociales, nos están restando razonamiento. Por ello, la creatividad se ha convertido, ahora más que nunca, en un skill que debe ser entrenado.
Hasta la fecha existen un sinnúmero de técnicas para incentivar la creatividad, pero este proceso no debería ser exactamente intelectual para darse. El estudio del pensamiento creativo ha evolucionado de las aproximaciones deterministas, a un hecho ontológico.
Algunos, incluso, le definen como «vivir creativo» una manera de enfrentar la vida con actitud positiva, armonía y gusto por el presente. Con esto, la ciencia invita a una percepción nueva de la creatividad, algo quizás más holístico, que comienza con el autoconocimiento, el abandono de los estereotipos y los condicionantes.
Un estudio publicado en el Journal of Experimental Psychology llevada a cabo por expertos de la Universidad de Stanford y la Universidad de Santa Clara en Estados Unidos, indica que caminar, sin rumbo fijo, ni prisa, ayuda a asociar mejor las ideas.
Aunque no existen resultados concluyentes con esto, sí existe una estrecha relación entre las personas que practican deportes de forma vigorosa y frecuente, o que tienen una excelente condición física para desarrollar pensamiento divergente (el que se encarga de generar respuesta ingeniosas frente a un problema).
Si nos basamos en el experiencialismo, que sugiere sumergir nuestro cuerpo en una experiencia contemplando las sensaciones que el entorno va despertando en nosotros, conseguiríamos decodificar mejor nuestro entorno.
Es por esto que observar una obra de arte podría ser una experiencia vital, despertando los sentidos. De igual forma, hacer arte, interactuar con ese proceso de crear desde cero, ayuda a reinterpretar la vida de manera creativa.
El respecto escribió el director David Lynch, en su libro Atrapa el pez dorado. Meditación, conciencia y creatividad, donde menciona la meditación como un mecanismo que utilizaba para incentivar su creatividad.
La clave de esta práctica está en dirigir la mente al estado de conciencia (libre de todo pensamiento), generando paz interior y felicidad, reduciendo el estrés y la ansiedad.
¿Has tenido una idea brillante mientras te duchas? Es porque ya has experimentado el poder de hacer nada. Somos más propensos a que una excelente idea nos llegue mientras hacemos nada, más que cuando estamos haciendo todo por hallar una respuesta.
Deja a tu mente divagar y comienza a descubrir nuevas formas de percibir lo que te rodea para incentivar la creatividad de una manera mucho más natural y completa.
Por: Karime Rivas.
