Las nuevas exigencias laborales y la crisis de cuidado infantil está comenzando a definir una prioridad para el Estado y las empresas en Estados Unidos. En un estudio publicado recientemente por ReadyNation, arrojó que la crisis estadounidense de cuidad infantil están generando 122,000 millones de dólares en pérdidas anuales.
De hecho, la pandemia sólo llegó a incrementar o potenciar la crisis que ya se veía desde el 2018, cuando tenía un coste anual de 57,000 millones de dólares anuales. Ante este panorama WalletHub realizó un informe anual, que sirve de comparativa entre los 50 estados y el Distrito de Columbia para determinar si es apto para una Working Mother.
Entre los estados mejor calificados resaltan cualidades como las políticas de licencia parental y otros sistemas de apoyo legal, la calidad de la infraestructura, desde guarderías rentables hasta escuelas públicas.
Entre los 5 mejores estados se encuentran Massachusetts, Rhode Island, Connecticut, Distrito de Columbia y Wisconsin, seguido por Minnesota y Vermont.
El poco énfasis que se la ha puesto a esta medida, representa una gran pérdida de dinero, teniendo en cuenta que las mujeres representan la mitad de la fuerza laboral de los Estados Unidos. De hecho, el 73% de las madres con hijos menores de 18 años están activas en el mercado laboral.
La actividad ha dejado de ser un problema, colocando el foco de desestabilización en los salarios promedio. Se estima que por hora el salario es un 82 % del sueldo que ganan los hombres.
Estas cifras nos invitan a impulsar más conversaciones para rediseñar la cultura laboral, las expectativas en el trabajo y la negociación entre la profesión y la vida. Las empresas necesitan revisar su cultura y posiblemente las expectativas que tienen en torno a las trabajadoras.
Por: Karime Rivas.
