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Coaching

Define tus metas 2023, un método para mujeres a prueba de todo

23 diciembre 2022

En la sociedad actual el sobrevivir y la competencia se han apoderado de nuestras vidas. Tener más, para ser más y demostrar que eres más, un círculo de insatisfacción que nos lleva de forma compulsiva de una meta a otra. La vida comienza a saberte a nada y aquí estás, de nuevo otro diciembre tratando de saber cómo cumplir con aquello que te has propuesto o te propondrás como «metas 2023».

Descuida, en este artículo lo vas a descifrar.

La primera pregunta es, ¿por qué sientes ese subidón de energía en diciembre y poco a poco se va diluyendo en el año?

Una mirada nueva y fresca

Fotografía: Psiconet

La Navidad en general es una festividad que nos ayuda a conectar con nuestra niña interior. De este modo, se convierte en una época donde solemos estar más abiertas y receptivas ante la vida.

Es el momento perfecto para observar nuestros deseos desde la vulnerabilidad, sin necesidad de controlarlo todo. Es una mirada más fresca hacia la vida. Justo allí es que tu mente se encuentra más creativa y comienza a hilar aquellas cosas que pueden estar alineadas a tu propósito.

Una vez tienes claro esto, hay que ir al siguiente paso: trazar metas realistas.

Objetivos claros y realistas

Contrario a lo que muchos piensan, tener objetivos específicos no ayuda a alcanzar los logros en sí. El mayor valor de ser capaz de trazar objetivos específicos, está en separar en pequeñas partes una gran meta generando dos efectos en ti: el primero, una sensación de satisfacción cada vez que completas una acción o requisito para lograr tu meta; y la segunda, estarás reforzando tu autoconfianza.

Viktor Frankl, un psiquiatra austríaco que pasó tres años en los campos de concentración nazi, escribió sobre esto en su libro El hombre en busca de sentido, donde revela que aquellas personas que tienen objetivos precisos mostraban una mayor probabilidad de sobrevivir a su entorno.

Algunas de las preguntas que más nos servirían para trazar nuevas metas, están perfectamente planteadas por Ana Pazos para Vogue México:

  • ¿Quién soy yo hoy y quién quiero llegar a ser?
  • ¿Cómo veo mi futuro en diferentes áreas de mi vida (profesional, personal, calidad de vida, relaciones)?
  • ¿Qué sé hacer y qué me gustaría hacer?
  • ¿Qué me hace feliz y qué me emociona?
  • ¿Qué disfrutas, qué me hace crecer?
  • ¿Cómo está mi vida hoy, que tengo en mi vida en este momento?
  • ¿Qué quiero lograr en la vida?
  • ¿Para qué estoy en este mundo?

Además, Pazos sugiere como parte de este ejercicio de introspección que completes las siguientes frases:

  • Si tuviera un deseo sería…
  • Me siento triste cuando…
  • Me siento muy importante cuando…
  • Cuando me enojo yo…
  • Lo mejor que hago…
  • Mi mayor fantasía es…
  • Tengo miedo cuando…
  • Cuando tengo miedo yo…
  • Nada me gustaría más que…
  • Lo mejor de ser yo es…
  • Necesito…
  • Deseo…
  • Odio…

Una vez tengas claro lo que deseas y lo que no, es momento de asumir estas nuevas metas con una cualidad esencial: positivismo.

Una mente positiva es más perseverante

Fotografía: Infobae

Una vez ya tienes los objetivos definidos, es esencial que puedas mantenerte trabajando en ellos. Es común que conforme van pasando los días y te adentras en el año, esa energía para hacer las cosas vaya bajando.

El error más común es mirar esta sensación como sinónimo de apatía, olvidando que no podemos estar felices siempre, o efervescentes, brincando, riendo y llena de adrenalina. Cuando todas esas emociones bajan, es común abandonar y justo allí es cuando entra en juego nuestra disciplina.

Cuando te incumples, el estrés y la ansiedad entra a ser parte de tu vida y todo se convierte en una dinámica que te sabotea.

Para evitar la ansiedad es buena abrirse a lo nuevo, permitiendo una clara conciencia de lo que hay dentro y fuera de nosotros. De este modo se genera un proceso de gestación más despierta.

Fija tus indicadores de éxito

Nadie más que tú sabe lo que representa el éxito para ti. Solo tú y tus metas dictarán lo que es el éxito y de allí se van a desprender los indicadores.

Esos «puntos de referencia» sirven para medir si realmente estás en camino hacia tus objetivos y no te estás desviando. La clave de esto es definir tus indicadores con conciencia de tus limitaciones, así evitarás que la frustración te alcance durante el proceso.

Ahora, ¡ponte en marcha! 

Por: Karime Rivas. 

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