El nuevo estatus se lleva en la sangre: los anticuerpos son la nueva tendencia de los millonarios

Por Karime Rivas | octubre 3, 2021

A comienzos de la pandemia el confinamiento se impuso acompañado del temor, hasta tanto no se tuviera claro a qué nos estábamos enfrentando. Sin embargo, la ‘normalidad’ poco a poco ha ido regresando y las influencers comienzan a asistir a fiestas celebradas por revistas o marcas de moda y belleza. Ante esto, comenzaron a llover las críticas por el fácil acceso que tenían a hacerse la prueba de antígenos y PCRs, mientras que al común denominador le era casi imposible. ¿El detonante? Una lujosa fiesta de mujeres en Estados Unidos de la cual más nunca se habló, gracias al número exagerado de pruebas realizadas.

Esta práctica no tardó en regarse por el mundo, convirtiéndose en un símbolo de estatus, que, más allá de los hoteles y los ‘spas’ más exclusivos, únicamente podían disfrutar los muy adinerados. Pero, como suele ocurrir siempre con el lujo, en el momento en el que los bienes, servicios o actividades que lo caracterizan se hacen accesibles, dejan de ser exclusivos y han de cambiar de rumbo. Por eso, en tiempos del Covid-19, los test de anticuerpos son el nuevo lujo.

Y por eso, las clases más adineradas ya no van a ninguna cena ni celebración sin haber medido antes sus niveles de anticuerpos. Pasamos de la cultura de tener un pasaporte de vacunas, a mostrar cuántos anticuerpos hay en tu organismo. ¡La nueva riqueza está en la sangre! Esto es posible solo en un entorno (o burbuja) en el que tener un bolso de marca está al alcance de todos. En Estados Unidos, algunos de los que obtienen resultados poco optimistas, reciben una tercera dosis de la vacuna algo que, en principio, está reservado a las poblaciones de riesgo, aunque los datos señalan que más de un millón de norteamericanos ya lo han hecho. Incluyendo a República Dominicano que ha establecido como regular la aplicación de la tercera dosis.

En Beverly Hills, el centro de atención médica VIP My Concierge MD, permite, por ejemplo, someterse a este tipo de análisis sin bajarse del vehículo. Sin embargo, los expertos advierten de que un mayor número de anticuerpos no significa una mejor protección contra el virus. Por eso, la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos no recomienda este tipo de tests y alerta de que pueden suponer un riesgo por proporcionar una falsa sensación de seguridad que, a menudo, deriva en la relajación de las medidas de protección como el uso de la mascarilla.

Y sin embargo, muchos han redoblado la apuesta (alimentada por la popularización de las apps que monitorizan nuestro estado de salud en tiempo real) recurriendo a los test que miden los niveles de células T. Habitualmente, los resultados de estos tests, más difíciles de conseguir, suelen demorarse una semana. Lo que demuestra que, incluso cuando se trata de la salud, las clases privilegiadas apuestan por la «estrategia Birkin»: esperar para poder disponer de un bien o servicio al que muy pocos tienen acceso para diferenciarse de los demás. (NF)