¿Cómo ser ‘estresiliente’ en un mundo cada vez más ‘instagrameable’?

Por Karime Rivas | enero 23, 2023

Existen términos que inspiran a la búsqueda de soluciones inmediatas como, «estresiliente». Una belleza del lenguaje que nos ilustra la sociedad en que vivimos, una que va más rápido de lo que nosotros podemos ir, que exige cada vez más perfeccionismo para alcanzar un estándar de vida ‘instagrameable’.

El estrés ha llegado como un invitado fijo a la mesa de la vida de las mujeres ejecutivas, emprendedoras y empresarias. Tal parece que no estar estresada es un sinónimo de baja productividad o bajo compromiso, olvidando todas las implicaciones que tiene esto en nuestra salud.

La primera en utilizar el término «estresiliente» ha sido la doctora en psicología clínica Sam Akbar, quien publicó un libro titulado de ese modo. En sus páginas encontrarás una guía práctica y amena perfecta para momentos de crisis, que enseña cómo centrarnos en lo que de verdad importa.

Nuevas herramientas para encontrar tu centro

El estrés en una medida razonable es necesario y forma parte de nuestro sistema de supervivencia. Hablamos de un conjunto de reacciones fisiológicas que se generan cuando nos sentimos amenazados o bajo presión.

Sin embargo, mantener de manera constante altos niveles de estrés pueden impactar la salud física, mental y emocional. Algunas de las consecuencias hasta ahora registradas se encuentran la obesidad, hipertensión, insomnio, depresión, trastornos de la ansiedad y enfermedades cardíacas.

Ante esto, Akbar escribe en su libro donde sugiere algunas herramientas para desarrollarte como ‘estresiliente’. Ella no propone eliminar el estrés o combatirlo, en su lugar propone ‘navegarlo’.

Abrazar el miedo

La valentía no es la ausencia del miedo y tratar de evitarlo puede provocarte mucho estrés. Nuestro cerebro está equipado para el miedo. Este aparato reside en la zona primitiva del cerebro humano llamada amígdala, que puede ser calmada con la zona prefrontal o «lógica» como resultado de nuestra evolución.

Desactiva los pensamientos

En el libro, la doctora Akbar habla de los pensamientos negativos como invitados desagradables. Enfocarse en ellos no ayudará a que se vayan, lo que debes hacer es «saludar con educación y aceptar su presencia. Así, la doctora sugiere que dediques algunos minutos al día a sentir ese pensamiento negativo, ejemplo «soy un fraude».

Ante un planteamiento como este, la doctora sugiere emplear una frase que te permita tomar sana distancia: me estoy dando cuenta de que estoy pensando que soy un fraude. Así verás que se trata de solo una opinión y no una verdad absoluta, haciéndote cada vez más ‘estresiliente’.

El pensamiento positivo constante no es natural

Si bien no le vamos a calificar de positividad tóxica, sí es necesario mirar las emociones como lo que son. El pensamiento positivo de forma compulsiva puede ser una trampa, enmascarando emociones más oscuras y complicadas.

Haz que tus pensamientos positivos fluyan de la misma forma que los negativos, sin que se conviertan en un dictador de tu actitud.

Respeta lo que dicen tus emociones

En lugar de ver tus emociones como un asunto a controlar, míralas como si fuesen sabias consejeras que vienen a enseñarte sobre lo que te importa de verdad. De acuerdo a la autora, «hay sabiduría en los sentimientos lentos y dolorosos. Ellos te hablan sobre lo que valoras».

Nadie siente tristeza, enfado, miedo o indignación por cosas que no le importan.

Ponle título a la película

Si has tenido alguna vez en tu vida un pensamiento recurrente del tipo, «soy una madre terrible», «lo que hago no es suficiente», «soy una impostora» entonces este ejercicio es perfecto para ti.

Cada vez que la mente te presente ese pensamiento míralo como, ahí está mi mente de nuevo narrándome la historia de «lo que hago no es suficiente»; mi mente me presenta de nuevo que lo que realmente me importa es cumplir con los objetivos que me trazo. Puedo notarlo y seguir con mis cosas, gracias.

Así podrás detener la espiral de discusiones internas y volver a centrarte en cosas importantes.

Por: Karime Rivas.