Incluso con el retroceso que sufrió el mercado con la llegada de la pandemia por covid-19, las mujeres siguen siendo la fuerza principal de los emprendimientos en el mundo. De acuerdo a un estudio publicado por Gusto Inc. recientemente, la cifra alcanza los 5 millones de negocios nuevos fundados por mujeres en 2022.
Aún así, las mujeres son excluidas de las rondas de financiación, mientras que los hombres reciben capital privado con tasas 2.3 veces mayores. De este modo, la principal fuente de fondos para emprender proviene de los ahorros personales, dejando como segunda gran fuente los préstamos comerciales privados y las inversiones de capital privado.
Esto demarca el futuro de los negocios, incrementando las dificultades de las mujeres para expandirse. Los sesgos no solo abarcan un tema de género, sino que el informe evidencia que también los hay por raza.
El informe contiene también que algunas de las preocupaciones por una próxima recesión económica, las crecientes llamadas a volver a la oficina, el deseo de más flexibilidad, así como la inflación generalizada influenciaron la toma de decisiones para comenzar sus propios negocios.
De acuerdo a la encuesta, el 41 % de las nuevas empresarias iniciaron sus negocios por que les preocupaba su estabilidad financiera o por completar los ingresos de su hogar. Esta preocupación indistintamente del género, está impulsando el 27 % de los negocios que comenzaron como un ingreso secundario.
Desde la pandemia a la actualidad, Estados Unidos ha registrado 15 millones de nuevas empresas. A pesar de las importantes barreras que han enfrentado las mujeres continuamente, sus empresas reportan un mayor éxito.
«Eliminar estas disparidades en la financiación es importante ante todo, para mejorar la equidad del panorama empresarial», dijo Luke Pardue, economista de Gusto a BizJournals. «Y también porque las mujeres y los empresarios de color tienen más probabilidades de iniciar negocios en industrias de servicios comunitarios, como atención médica, organizaciones sin fines de lucro y educación, industrias que satisfacen las necesidades de sus comunidades locales».
Por: Karime Rivas.
