Liderazgo femenino en la lucha sanitaria contra el covid-19 en el Cibao

Por Karime Rivas | junio 17, 2021

Oriunda de la Vega, Natalia García es una de las más reconocidas neumólogas del país. La pasión por la medicina le viene en la sangre, pues fue su padre quien, siendo médico, inspiró en ella el gusto por esta especialidad; pero permitamos que sea ella quien nos cuente sobre su experiencia profesional en este tiempo marcado por la pandemia.

¿Cuéntenos la experiencia que ha vivido durante esta crisis sanitaria?

Puedo confesar que nunca imaginamos, al iniciar 2020, que la OMS declararía la pandemia originada por un virus desconocido, y menos, que llegaría a nuestras latitudes. Pero en marzo entendimos que era inminente. Desde mi posición como encargada de la preparación de protocolos en la Clínica Universitaria Unión Medica, para el 10 marzo tuvimos editado nuestro protocolo para afrontar el covid-19, basado en las bibliografías asiáticas, italianas y españolas, así fue como unimos directrices con la OMS y el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, CDC, y enfrentamos este flagelo que ha permanecido más de un año y sigue afectando, no solo la salud, sino a la economía de nuestros países.

Esta experiencia nos ha servido para reflexionar sobre lo transitorio de la vida, hemos perdido personas valiosas, entre ellas, colegas a los que nunca olvidaremos y amigos queridos que se han ido producto de la letalidad provocada por el covid-19.

Vivimos soledad, incertidumbre ante una enfermedad de alto impacto en la salud, caracterizada por un deterioro rápido sistémico de los pulmones y de órganos nobles que se afectaban por igual.

Gracias a Dios hemos tenido la luz para comprender que el manejo de esta patología debía ser multidisciplinaria, para favorecer a estos pacientes en estado critico, y ese es el mensaje, la unión hace la fuerza.

Unimos conocimientos para lograr un mismo objetivo salvar los pacientes, y este norte fue acogido por el país completo, ya que todos los profesionales trabajamos con compromiso social hacia nuestra gente, y tenemos menos de un 3% de la mortalidad. Respecto al mundo entero, somos un ejemplo de nación frente al covid-19 y hoy día se extiende al compromiso asumido por nuestro Estado al vacunar a nuestra población, somos el segundo país en América Latina en haber logrado la vacunación efectiva la cual lleva un ritmo adecuado a los diferentes niveles planificados.

¿Cuáles son a la fecha los aprendizajes que le deja la actual crisis sanitaria?

Nos orienta a que debemos prepararnos para futuras pandemias y otras enfermedades infecciosas con alta contagiosidad, así como preparar políticas globales sanitarias.

Hemos tenido que reinventarnos, trabajar con insumos por demás incómodos, y adaptarnos a este nuevo mundo de las mascarillas que solíamos ver a los asiáticos cuando ocurrían el SARS COV en 2003, MERS en Oriente, Gripe Aviar y otras virosis ocurridas en el contexto histórico, las contemplábamos tan lejos, sin embargo, hoy somos parte de esta rigurosidad obligatoria.

¿Qué ha implicado para usted esto, tanto a nivel personal como familiar? ¿Cómo lo ha sobrellevado y afrontado?

En los inicios de la pandemia, tuve que aislarme de mi familia , sobre todo de mis padres ancianos, por temor a contagiarlos, por mi alta exposición desde el inicio de esta enfermedad, también de mis amigos, tenía la alta responsabilidad de no exponer a otras personas, solo los médicos que estábamos al frente manteníamos reuniones y compartíamos el ambiente, triste y desolado, de esos momentos críticos, donde los familiares no podían acompañar a sus seres queridos y solo nos tenían a nosotros para compartir su enfermedad.

Así mismo, la clínica y sus estacionamientos desolados, al igual que las calles al salir a nuestras casas. Fueron momentos de soledad y de gran estrés para enfrentar esta enfermedad con alcances inusitados. Diariamente al salir de la clínica, leía los artículos mundiales para ver como podíamos salvar a estos pacientes agonizantes y se pudo lograr con la sabiduría que Dios nos cedió para enfrentar a este virus mortal, que pudimos vencer y rescatar de la muerte inminente a muchos pacientes quienes hoy están laborando y están felices juntos a los suyos.

¿A su juicio, cuán bien hemos enfrenta- do, como país, la pandemia, qué hemos hecho bien y qué nos ha faltado?

Nuestro país es un motivo de orgullo, tenemos menos del 3% de mortalidad. Al momento de esta entrevista tenemos 3,243 fallecidos. Entiendo que hemos enfrentado con verdadero compromiso social de parte del sistema sanitario: implementando intervención y protocolos basados en los editados internacionalmente desde China, Italia, España y EE.UU.

El sistema privado ha apoyado el sistema publico, esta alianza ha sido beneficiosa para nuestro sistema sanitario y la capacidad de respuesta a la población afectada de SARS Cov-2 en sus diferentes niveles de atención tanto la primaria como la hospitalaria.