Liz Truss, el arte de ser una heredera de bajo perfil

Por Karime Rivas | agosto 1, 2022

La carrera por la sucesión de Boris Johnson empieza a definirse un poco más, sin dejar de lado la posibilidad de que el puesto sea tomado por una mujer. Luego de varias rondas de votaciones y acalorados debates, solo quedan dos candidatos para el liderazgo del partido, con Liz Truss (todavía ministra de Exteriores del gobierno británico) entre los favoritos.

Sin embargo, su liderazgo promete poner ‘mano dura’ a la Unión Europea, ya que se ha comprometido con los miembros de su partido a «recuperar el control total de la costa pesquera» para el 2027 y a ser igualmente la «persona dura» en la negociación sobre los problemas fronterizos en Irlanda del Norte tras el Brexit.

 

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La historia de Liz Truss se remonta a una niñez nutrida de protestas por sus padres de izquierda. La llevaban a todas las manifestaciones que reclamaban el cierre de las centrales nucleares pero, sobre todo, a las que protestaban contra las políticas conservadoras de Margaret Thatcher.

Claro está, esto no impidió que Truss terminara afiliándose al partido conservador, ocupando diversas carteras en los gobiernos tories y convirtiéndose en una admiradora confesa de Thatcher. La «nueva dama de hierro», como le llama la prensa, se comprometió también a eliminar todas las regulaciones comunitarias que quedan en la legislación doméstica antes del final de 2023.

Y no solo esto, Truss lanzó su campaña con una propuesta de recortes masivos de impuestos que no deja de sumar adeptos. Ahora las elecciones se están llevando a cabo, pero no conoceremos el resultado hasta el 5 de septiembre, cuando un cuerpo electoral compuesto por varones, en su mayoría de edad avanzada, anuncien el resultado final.

Una vida a toda revolución

Truss, de 46 años, vivió su cuento universitario en Oxford, donde además de estudiar Filosofía, Políticas y Económicas, abrazó la ideología liberal y los postulados del libre mercado hasta empezar a militar con 21 años en el partido conservador.

Fue Ministra de Medio Ambiente con David Cameron y después, ocupó la cartera de Justicia en el gabinete de Theresa May. En los intermedios de su carrera, Truss vivió dos momentos de intensa popularidad mediática, que le llevaron directo al spotlight.

 

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Al igual que su contrincante Sunnak, ella ha sabido realizar ajustes a su discurso para ‘surfear’ la opinión pública. Al principio defendió la continuidad del Reino Unido en la Unión Europea, lo hizo por puro pragmatismo. Más tarde en 2010, aspiró tímidamente a suceder a Theresa May, cuando se percató de que no estaba lista para asumir la responsabilidad abriéndole paso a Johnson.

Este acto de fidelidad fue premiado por Boris con la cartera de Comercio Internacional y después de una remodelación de su gabinete, con la de Asuntos Exteriores.

Sus antiguos colaboradores le describen como una persona obsesiva, que solo confía en su propio instinto y que atribuye sus errores del pasado a las veces (contadas) que lo ha traicionado. Se ha ganado la reputación de ser una líder dura e implacable. O como declaró a la revista The Times un antiguo subordinado: «La diferencia entre ella y un rottweiler es que el perro en algún momento suelta a la presa».

 

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Por: KR.