Nacida en San Francisco de Macorís, Nashla Bogaert crece en el artistaje, hasta consolidarse como una nueva generación con talento para la comunicación. Ella ha sabido trascender las pantallas para ahora ser una mujer de business.
Has sido inspiradora para muchas mujeres en la República Dominicana, pero ¿quién inspira a Nashla Bogaert?
Siempre he sostenido que todo ser humano o toda acción en el mundo es la reacción de una referencia particular. Yo vengo llena de estímulos de mujeres poderosas dentro de mi plano personal. Mi madre, mis abuelas, mis tías, yo creo que soy la construcción de la visión de vida de las mujeres de mi familia.
Muchas buscan referencias en el exterior. En cambio, yo puedo reconocer que soy la construcción de las referencias de mi madre y mi familia. Y desde niña he mostrado esto cada vez que replico lo que crecí viendo en casa; por tal motivo, creo que ellas son realmente mi mayor inspiración.
Esa actitud ante la vida, la actitud aguerrida de mi madre, la independencia de mis mujeres. Yo vengo de una familia en la que el liderazgo lo llevaba mi abuela materna, mi abuela paterna. El liderazgo era muy femenino y creo que eso me ha construido.
¿Qué te ha llevado a abandonar la zona de confort y el éxito tangible y consumado que tenías como artista y dar un paso en un negocio como el de la producción?
Siempre da miedo dar ese paso, porque son terrenos que aunque has coqueteado con ellos anteriormente delante de las cámaras o has sido parte de una producción…, el hecho de tú tener que llevar a cabo un proyecto, levantarlo económicamente, hacerlo posible y en cierta forma también responder a la expectativa de mucha gente puesta sobre ese proyecto son cosas completamente nuevas en mi carrera.
En el 2015, que fue cuando decidí crear la productora junto a mis dos socios, a David y Gilberto, fue la primera vez que yo asumí la producción de un proyecto en particular.
Fue mi primera vez produciendo cine, pero luego extrapolé la experiencia a la televisión con Dominicans Got Talent.
Y aunque sean producción igual, cine y televisión tienen conductas totalmente distintas y retos muy distintos y desafíos muy particulares. Yo creo que más que nada es hacer las cosas a pesar del miedo, porque no es hacerlo sin miedo.
Siempre estarán la incertidumbre, el futuro que desconoces, no saber si te va a ir bien, si será por el proyecto o no, todas esas lagunas siempre estarán por más fe y convicción que tengas en tu proyecto.
Tan solo el hecho de tú tener el coraje de seguir adelante, de materializar ese sueño de toda la vida, conlleva una gran dosis de valentía. Y creo que todo comienza por dar ese primer paso, a pesar del miedo.
¿Qué es lo peor que puede pasar si no das ese paso fuera de la zona de confort?
Nada, bueno, se pierde. También es que yo creo que la actitud y la forma de ver la vida me han hecho desprenderme o desapegarme mucho del valor del dinero.
En cierta forma, cuando se trata de cumplir un sueño, yo me hago la pregunta ¿Con qué gano más? ¿Saliendo de mi zona de confort o preguntándome qué hacer si no funciona?
Aprendí, me resbalé, tomé la lección y no me quede con esa incertidumbre de si lo hubiera logrado. Yo tengo muchísimo miedo a esa pregunta, prefiero haber dicho bueno, lo intenté y no funcionó. Tengo la certeza de que no funcionó, pero no me quedo con esa duda. Le tengo más miedo al conformismo que a saltar en el vacío.
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Por: Karime Rivas.
