Mental Health: ¿Cómo cuidar la salud mental de las mujeres en el trabajo?

Por Karime Rivas | septiembre 8, 2021

Por: Carolina Martin
Psicóloga clínica y terapeuta especializada.

 

Dicen por ahí «elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”. Sin embargo, aún cuando trabajamos en lo que nos apasiona, a veces la presión que conlleva ese ambiente laboral, un puesto específico de trabajo, la propia presión interna de desempeñarnos en el mayor nivel posible y de escalar a nuevos retos y posiciones, puede tener un impacto muy negativo en nuestras vidas. Si a esto agregamos que estés en un lugar de trabajo que no te motiva, una ocupación que no te apasiona, y la frecuente razón de trabajar para mantenernos a nosotros y nuestras familias, el peso negativo del trabajo es demasiado elevado.

A lo externo: ¿Estás en un trabajo saludable para ti?

  1. ¿Se reconocen a las personas por su buen trabajo? No tiene que ser dar premios, el simple hecho de reconocer verbalmente.
  2. ¿Se maneja el respeto entre colaboradores de todos los niveles? Esto se refiere al respeto tanto de horarios, opiniones y retroalimentaciones sin importar el estatus dentro y fuera de la empresa.
  3. ¿Tienes oportunidad de crecimiento? Entiéndase por crecimiento: laboral, económico o personal. Si no ves oportunidad de ascenso de posición o salarial ni oportunidad de aprendizaje, es momento de irse.
  4. ¿Se trabaja en equipo? El trabajo en equipo aligera la carga de todos y logra mejores resultados, si no es tu caso, sentirás mayores efectos negativos en tu salud.
  5. ¿Se manejan los conflictos apropiadamente? Los conflictos deben resolverse en privado en el departamento de Gestión Humana. Un mal manejo de conflictos crea conversaciones paralelas y chismes entre empleados.
  6. ¿Tu rol está bien definido? Si no tienes claridad de tu rol, o te sientes como un pulpo haciendo todo, es momento de sentarte con tu jefe directo y revisar tu rol de puesto de trabajo.
  7. ¿Los valores de esa empresa se alinean con los tuyos? Es difícil que todos los valores vayan alineados a los tuyos, pero los de mayor peso siempre es bueno que estén balanceados. Por ejemplo, si eres una persona muy honesta no podrías estar en una empresa donde se mienta por beneficio propio, podría ser desgastante para tu salud mental.

Si tu respuesta ha sido negativa a la mayoría de las preguntas, te recomiendo tomar una de estas opciones:

a) Encontrar maneras que se ajusten a tu estilo de vida para fortalecer tu salud mental.

b) Buscar un trabajo más enfocado a lo que deseas.

c) En caso avanzado de afectación o burnout, buscar ayuda.

A lo interno

Desde lo interno hay unas recomendaciones que funcionan para cuidar de tu salud mental independientemente de si estás en un ambiente laboral saludable o no.

Si estás recibiendo solo retroalimentación negativa o no estás recibiendo retroalimentación por tu trabajo, pídele a tu jefe una reunión y preséntale la lista de metas que quieres trabajar. Esto va a apoyarte a saber si al menos estás trabajando en la línea que es necesaria para la empresa, y también obtendrás una retroalimentación real sobre tu desempeño.

Cada vez que recibas críticas o retroalimentación negativa:

  • No tomes nada personal, recuerda que todos están manejando circunstancias que los afecta mental y emocionalmente, aún si no lo muestran. Tener presente que sus reacciones no tienen que ver contigo, te apoyará a ser empático y recibir la información sin dañar una relación laboral.
  • Recuerda que esto son solo oportunidades de mejora, trabaja en mejorar las que puedas y las que no sepas cómo, pide apoyo.
  • Trata ser consciente de tu reacción. Aún cuando un compañero pueda ser irrespetuoso hacia ti, no reacciones a la emoción. Recibe la información y toma el tiempo necesario para tranquilizarte, de esta forma serás más receptivo y sabrás evaluar si esto te apoya o no a mejorar (puedes escribir la información para reevaluarla luego más objetivamente).
  • Si recibes una retroalimentación que entiendes es injusta o no aplica, pregunta a otros compañeros de trabajo, al menos cinco (5) de tu misma área y de otras áreas, su opinión sobre la misma, de esta forma lograrás visualizar qué es lo que realmente puedes mejorar.
  • Si la forma en que la persona te comunicó esa oportunidad de mejora fue irrespetuosa, evalúa si quieres hablarlo con tu jefe o incluso con Gestión Humana. El acoso sexual siempre debe ser llevado a Gestión Humana, no lo tomes a la ligera, que solo por ser mujer estás más expuesta a este tipo de situaciones.

Cuando te sientas agobiada y poco productiva, tómate unos quince (15) minutos para despejarte con música, aire fresco o caminando un poco. Lo importante es alejarte de la pantalla y oxigenar tu cerebro para poder avanzar. No me digas que no tienes tiempo de hacerlo, te aseguro que con solo esos minutos aumentarás tu velocidad y desempeño.

Trabaja por una visión y no por una empresa. Asegúrate de encontrarle el sentido a lo que haces y enamórate de cómo contribuyes con tu labor. Si te enamoras de tu visión, no importa en qué empresa estés o si cambias de trabajo, vas a disfrutarlo porque estás enfocada en el por qué de ese trabajo y no en el qué ni el cómo.

Planifica tu día/semana. Haz una lista de las metas que deseas lograr ese día, o si te funciona más hacerlo semanalmente también, de esta forma no olvidas nada y vas viendo el progreso que vas teniendo. Nota: debes ser bien especifica en las metas, puedes dividir una meta en 10 mini metas que debes cumplir para poder lograrla, cada mini meta es lo que debes anotar en tu planificación e ir celebrando cada pequeño avance.

  1. Sé tu misma. Una cosa es moderar y ser respetuosa en tu ambiente laboral, y otra es callar quien realmente eres. Al final de cuentas, siendo tú misma puedes crear un trabajo que aporte mucho más a la empresa que si solo sigues lo que te están diciendo que debes hacer. Cuando sale de tu ser, vas a dar la milla extra sin darte cuenta.
  2. Compárate contigo misma. Si quieres saber cómo vas avanzando, lo justo sería compararte contigo misma. Tu avance solo puedes medirlo comparándote con tu yo del pasado, así sea tu yo del día anterior.
  3. Haz actividades diarias que te relajen y te diviertan; ya sea leer, escribir, ejercitarte, dibujar o colorear, cocinar, cuidar tus plantas, entre otras. Incluso planifica en tus fines de semana actividades que también te apoyen a descargar y que tal vez no tengas tiempo de hacer en la semana como senderismo, ir a la playa, visitar amigos, etc. No esperes a sobrecargarte para tomarte unas vacaciones, porque las vacaciones solo te servirán entonces para evadir el estrés varios días, y cuando vuelvas a la oficina seguirás igual de cargada.
  4. Rompe con la competitividad laboral. No es cierto que para tu crecer debes opacar a otros, y no importa cuántas personas lo intenten contigo, respondele con amor para demostrarles cómo debemos ser. ¿Cómo respondes con amor? Apoyando a otros compañeros a crecer, enseñándoles lo que sabes, pasando tu legado. Al final, el mejor maestro es aquel que es superado por el alumno.
  5. Habla de tus sentimientos con amigos, familiares o busca un psicólogo. Si tu empresa tiene psicólogos a disposición de sus colaboradores, acude donde ellos, lo que hables es igual de confidencial que en otros contextos y estos están a tu disposición para apoyarte en todo lo que necesites así que ¡úsalos!
  6. Balancea tu vida. No eres imprescindible en ningún trabajo, así que no hagas de tu trabajo tu prioridad, dedícale tiempo también a tu familia, tu pareja, tus amigos y a ti

También es importante que logres cuidar tus hábitos:

  • Alimentación balanceada: no saltes comidas, trae comida de la casa y si la vas a comprar elige mejor comidas a la plancha y al vapor antes que fritas, y ten meriendas saludables en tu oficina para cuando tengas hambre o antojos (almendras, frutas, etc…).
  • Buena hidratación: tener un termo en tu escritorio es la mejor manera de no olvidar hidratarte, no importa lo ocupada que estés.
  • Ejercicio regular: utiliza las escaleras en vez del ascensor y trata de ejercitarte en tu día a día. Elije el horario que mejor te funcione, lo importante es que recuerdes que cualquier ejercicio es mejor que nada.
  • Dormir entre 6-8 horas diarias es esencial para potenciar la concentración y productividad.

Y sobretodo, recuerda que solo por ser mujer, tienes mayor vulnerabilidad a sufrir de estrés, ansiedad y depresión. Así que no te confíes, cuida tu salud mental, física y espiritual primero, solo así podrás dar lo mejor de ti en todo. (KR/CM)