Mujeres que le han ganado a la enfermedad que no entiende de rostros 

Por Karime Rivas | octubre 18, 2021

El cáncer no conoce edad, estatus económico, belleza o posición. En esta edición especial de Mercado Women quisimos dedicarle un espacio a todas aquellas mujeres que han superado un proceso de cáncer de mama, aquellas que están en remisión o simplemente han recibido un diagnóstico de algún familiar o cercano. Presentamos estas historias de éxito de tres mujeres que son ejemplo de lucha, aunque en realidad todas lo son.

En exclusiva para MediHealth by revista Mercado, conversamos con la empresaria y speaker dominicana Ángela León; la actriz de telenovelas Lorena Meritano y Clara Pablo, dominicana radicada en Miami, vicepresidenta de Marketing de Wlter Kolm y publicista musical.

Clara Pablo

Clara Pablo nació y creció en la República Dominicana. Se unió a la cadena hispana Univisión en el año 2011. También trabajó como publicista musical en la división de entretenimiento latino de Universal Music. Actualmente trabaja como vicepresidenta de marketing en Walter Kom, empresa que se centra en la gestión de grandes artistas de la comunidad latina como Carlos Vives, Maluma, entre otros. Fue diagnosticada con cáncer de seno a los 36 años y en enero del año 2018 recibió la noticia de que ya estaba libre de cáncer. Desde entonces se ha encargado de empoderar a las mujeres latinas menores de 40 años a hacerse un chequeo en sus mamas todos los meses.

UNA NOTICIA DIFÍCIL DE AFRONTAR

Clara compartió con nosotros lo duro de haber recibido esta noticia y cómo procesó su diagnóstico: «el primer golpe que me dieron a mi fue cuando me dijeron que habían encontrado una masa y que le tenían que hacer una biopsia. Cuando fui a hacerme la mamografía y el ultrasonido nunca pensé que iba a tener un tumor y menos que iba a ser canceroso. Sentí que me habían pegado una puñalada en el estómago, y lo primero que se me vino a la mente fue que yo era muy joven para morir, yo no estaba lista para morirme todavía. Lo otro era como iba yo a contarle eso a mi familia y a mis hermanas y mis amigos que tenía cáncer«.

Clara recuerda que todavía era muy joven para hacerse una mamografía, y si no se hubiera sentido el tumor, cuando le tocara la mamografía ya hubiese sido muy tarde.

EL DOLOR FÍSICO Y EL TRATAMIENTO

Lo más doloroso que le tocó vivir a nivel físico fue la cirugía y la radiación. Un año después del tratamiento todavía sentía dolor en el seno por la radiación. A Clara le sacaron el tumor, le hicieron una tumorectomía con reconstrucción, porque donde estaba alojado era en un lugar un poco raro. Luego de esto, tuvieron que reconstruirle ambos senos. Tuvo 30 sesiones de radiación, donde se le quemó el seno, le frisaron los óvulos, porque la radiación podía afectar sus ovarios y su influencia para ser mamá en un futuro. Le recetaron una quimio oral, unas pastillas que tomó diariamente por los siguientes diez años, y está en un tratamiento por los próximos tres años, por el que cada 28 va al hospital y se la inyectan en los ovarios.

LA FAMILIA, LO MÁS IMPORTANTE

Para Clara, su familia y sus amigos son lo más importante, su soporte y su refugio. Emocionada y casi entre lágrimas nos contó como la ayudaron en este proceso y que su apoyo fue primordial para su recuperación: «aprendí que cuando una persona tiene cáncer, todos los que te rodean también lo tienen. Una de las cosas que más me tocó, fue el día que tuve la cirugía. Toda mi familia se apareció en el hospital con unas camisetas que decían que mi pelea era la de ellos. Se me estruja el corazón cuando pienso en el apoyo de mi familia, mis amistades. Yo saqué a mi papá de su cama un mes completo. Me fui a vivir allá mientras yo me recuperaba de la cirugía. Mi novio se mudó con ellos también, mi hermana que es casada, todos se movilizaron a casa de mis padres para cuidarme porque yo no podía bañarme, no podía comer sola, no podía hacer nada sola. Habían días que eran muy oscuros, y ellos diariamente me apoyaban, me sacaban de ahí y sin ellos yo no habría podido comer ni cuidarme sola, de verdad que la familia y el entorno son integrales, son demasiado importantes».

Lorena Meritano

Lorena Meritano es argentina y reconocida actriz de telenovelas. Recibió el diagnóstico de cáncer de mama en el que ella describe como uno de los momentos mas idílicos de su vida
a nivel personal, profesional, emocional, psicológico y físico: «Yo en ese momento, en 2014 estaba muy enamorada, había construido una pareja, había construido una ilusión de familia, estábamos en pleno proceso de embarazo in vitro. Estaba por cumplir un sueño que era hacer una obra de teatro, que es un sueño que tengo postergado desde la última vez que hice teatro en México hace muchísimos años y de repente de la noche a la mañana todo esto cambió. Fue un cachetazo que me dio la vida y tuve que abandonar todos esos proyectos: el embarazo in vitro, la obra de teatro; el sueño de ser mamá junto con la persona que lo estaba proyectando, ya estábamos en el proceso con una clínica de fertilización en la Ciudad de Bogotá».

NO SOMOS GUERRERAS

Lorena va un poco en contra de la terminología de que las mujeres con cáncer son unas guerreras y que están librando una batalla. Tiene argumentos contundentes para hablar en contra de ello: «Cuando hablamos de batallas o de guerras, hablamos de pérdida de energía, hablamos de destrucción, hablamos de muertes, y el cáncer es un maestro. Contra el cáncer no se lucha, al cáncer se le abraza y se le toma como un maestro, como un agente de cambio, como una oportunidad de cambio y como una oportunidad de ver de qué estamos hechos, de qué están hechas nuestras relaciones».

MÁS LORENA QUE NUNCA

Es una mujer muy fuerte y se describe a sí misma como tal pues le ha tocado superar muchos momentos duros en su vida. Con la enfermedad su umbral del dolor incrementó. Sin embargo, para ella la visión de la vida antes y después del cáncer sigue siendo exactamente la misma, todo lo contrario, se siente más Lorena que nunca: «Realmente, humildemente y en honor a la verdad que para mí es lo más preciado y lo que hay que honrar, es que no me ha cambiado la mirada hacia el mundo, hacia las personas, hacia la vida en absolutamente nada. Tuve la bendición que este maestro llega a mi vida para volver a ser más Lorena que nunca. Muchísimas veces adquiría trabajos por necesidad, como lo sigo haciendo hasta el día de hoy. Muchísimas veces hacia cosas por compromiso, y esto me volvió a ser yo, yo ya no hago nada por compromiso, no voy a donde no tengo ganas de ir, no hago lo que no tengo ganas de hacer, no me siento en una mesa que no tenga ganas de sentarme». 

Lo que sí cambió en la vida de Lorena fueron muchísimos hábitos: afianzó sus terapias en el Reiki. Conoció otras como el Bonding y meditaciones como las de Hoponopono. Estudió sobre alimentación y cambió la misma, llevando actualmente una dieta más alcalina.

Ángela León

Ángela León es empresaria, Vicepresidenta de negocios de Almacenes León, una empresa importadora y distribuidora de marcas de consumo masivo en el mercado nacional y Presidenta de Horneados Naturezza, una empresa de repostería industrial. A raíz de su enfermedad decidió crear “Intrena”, una organización sin fines de lucro que funge como espacio de crecimiento personal y espiritual que provee herramientas para clarificar el sentido de la vida y así provocar una transformación en la realidad social de nuestros jóvenes.

ESTO ES PARA ACTUAR NO PARA LLORAR

Cuando Ángela recibió la noticia de que tenia cáncer de seno su primera reacción fue la urgencia por resolver: «doy gracias a Dios por la resiliencia con que me creó. Para mi fue simplemente ponerme a decidir a cuál medico ir y los próximos pasos. Recuerdo perfectamente que en la cita donde el médico me lo informó, estaban mi hermana y una amiga llorando y yo les decía: pero bueno chicas esto es para actuar, no para llorar. Doy gracias a Dios por la fortaleza que me dio en ese momento».

AHORA DISFRUTA CADA INSTANTE

Cada persona enfrenta la enfermedad de forma diferente. Para la mayoría de las mujeres que han enfrentado el cáncer, la visión hacia la vida les cambia por completo. Ángela nos cuenta que antes del cáncer no tenia auto-conciencia, no estaba presente en ningún momento de su vida: «iba tan rápido, que mi cáncer no me lo detecté, aún cuando mi cuerpo lo gritaba a voces. Después del cáncer saboreo cada instante, disfruto todo. Vivo más consciente de con quién hablo, dónde estoy, cómo actúo, hacia dónde voy. He bajado mucho el ritmo. Aunque trabajo igual, le doy prioridad a lo que le da sentido a mi vida, a lo que me provee de felicidad verdadera”.

Para Ángela, la incorporación en su rutina de técnicas que le ayuden a reflexionar y a revisarse interiormente han sido claves. Y claro, está la más importante para ella, antes y después del cáncer que es la comunicación en oración y meditación con Dios, su fiel compañero en todo este proceso.

LO MÁS DOLOROSO DE TODO

La quimioterapia es un tratamiento fuerte para el cuerpo, y lo más doloroso durante este proceso fueron los tratamientos. Además de la quimio, Ángela fue sometida a una mastectomía radical y a otras cirugías adicionales, ocho sesiones de quimioterapia y 25 sesiones de radioterapia. Su recuperación tardó aproximadamente un año, aunque ella especifica que el cáncer es una enfermedad que aún en los años subsiguientes puede traer secuelas. (KR/KV)